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? Go ?olel?n'de la 'Real , cademia ~iallega`
bajo .el punto d? vista de nuestro .idioma que por el ` estudio de las
ya que se d? su equivalencia en castellano para que lo entiendan los
mismos hijos de Galicia, siendo numerosas aquellas cuya semejanza
con el franc?s es notoria. El mismo vocablo Chamor (Clamo)), con que
se conoc?a en otros tiempos esta pr?ctica religiosa, es de los que hemos
ido perdiendo, y significa rogativa.
La especial configuraci?n del monte de Sta. Tecla as? como su
situaci?n al pi? de las aguas del Mi?o y del mar, debieron haberle
hecho desde un principio muy notable. Se han hallado en ?l algunos
restos romanos y a?n se conservan los de las viejas fortificaciones que
le defendieron, y proclaman hoy su anterior importancia. Se levanta
en. medio de la llanura que le separa de' la Guardia, como un fuerte
mamel?n, cuya base mide un per?metrode ocho kil?metros y cuya
altura llega ? los quinientos metros. No tie?e enlace alguno con cor
dilleras; la cadena de montadas que all? muere est?rota, y aislado en
su ?ltimo eslab?n. Dos picachos dividen su cumbre, uno al N. y otro
al S., ambos de igual altura, y en medio de ellos y al abrigo de unos
cuantos pinos salvajes se levanta la capilla.
La vista que desde aquellas alturas se goza, es de las m?s her
mosas, y extens?simo el panorama que desde all? se divisa. Hacia el
N., las occidentales.estribaciones del Cereijo, abrigan el antiguo monas
terio de Oya. Rompe el Atl?ntico en las duras rocas sobre que asienta
la carretera, y m?s all?, la Guardia levanta sus casas y torres, y el
pintoresco lugar de C?vidanes d? entrada al legendario valle del Rosal,
el erial abrigado de todos vientos y solo abierto ? los fecundantes ca
lores d?l mediod?a, es regado por el Tamuge, que bajando de las
agrestes cumbres de Burgue?ra, y despu?s de regar la ca?ada de Lou
reda, y. fecundar los naranjales de Acevedo, afluye en P?as, al. Mi?o,
que se prepara ? rendir su caudal de aguas al Oc?ano gallego. Las
?grias.asperezas del Lousado cobijan un verdadero ed?n, los Tama.
gones; ?lzanse detr?s los pinos de Goy?n, viene luego la lozana ca?ada
de Barrantes, el asp?rrimo S. Antonio, y el Aloya, que se destaca en el
azul del cielo, como .un gigante de piedra.
Mirando al Orto, debajo de Salcidos, se divisa fia hermosa vega
que le sirve, el Mi?o poblado de isletas, los pueblos portugueses desde
Seijas ? Valenza, Ios pueblos espa?oles hasta. Tuy, cuyas almenas ? se