226 Dolet?n de la Real Mademia Gallega
Segu?a despu?s el Ayuntamiento en corporaci?n constituido por
el alcalde y concejales que hemos citado.
Representando a la Diputaci?n provincial asistieron el vicepresi
dente Sr. Molina y el diputado Sr. del Moral.
A continuaci?n del Concejo formaban la presidencia del duelo
los SIes. Lastres, L?pez Abente y Balboa, en representaci?n de la
familia; Sres. Murgu?a y Mart?nez Salazar, en nombre de la Real
Academia Gallega y, de la Asociaci?n Protectora de la misma en la
Habana, y el Sr. Ponte Blanco.
En la comitiva figuraban muchas comisiones, entre ellas, unas
numeros?simas de la Academia Gallega, de la Asociaci?n ?Irmandade
dos Amigos da Fala?, de la Universidad Popular, del orfe?n El Eco,
de la C?mara de Comercio, de la Junta de Obras del Puerto, de las So
ciedades la Mutua Mercantil, Reuni?n de Artesanos, Liga de Amigos,
Sporting Club, Nuevo Club, Centro Castellano y Casino Republicano;
de la Asociaci?n Patronal, C?rculo Conservador, Asociaci?n de la
Prensa, Academia de Medicina, Academia Provincial de Bellas Artes,
Colegios de abogados: m?dicos, farmac?uticos y procuradores; centros
docentes oficiales y particulares y otros innumerables, entre los cuales
se contaban varias de fuera de la localidad.
El Sr. D. Julio D?vila asisti? en representaci?n 41 Centro Gallego '
de Buenos Aires.
Cerraban la comitiva muchas otras personas en inmensa manifes
taci?n popular.
Al llegar el f?nebre cortejo al Cementerio, donde esperaba una
gran muchedumbre, los mismos se?ores que hab?an transportado el
ata?d desde la capilla ardiente a la carroza, lo tomaron nuevamente en
hombros y lo condujeron hasta la sepultura que habia de recibir el
cad?ver.
En el tercer departamento, a la derecha, en torno a la fosa abierta
no lejos de ricos panteones, apifi?base el gent?o, en el que todas las
clases sociales estaban representadas.
En aquel espacio de tierra cedido por el Ayuntamiento para que
en ?l reposen los restos mortales de Pondal, y en el que no tardar? en
alzarse un adecuado mausoleo, fu? depositado el f?retro mientras el
clero entonaba sus preces. Ci?rralo, provisionalmente una elegante y
sencilla verja de hierro.
El alcalde, que con los dem?s representantes del Ayuntamiento se
hab?a adelantado hasta la sepultura, hizo uso de la palabra.
Improvis? .un sentido adi?s al insigne gallego, no ya s?lo en
?