patella de la Real ylcademia Gallega 93
nada de eso dice, no se lee en ella ni una l?nea siquiera en que tal
se afirme, pero llamar? la atenci?n a cu?lquiera que este monu
. mento contemple el ver que en su parte superior, en el sitio en que
ella tuvo y en que aun conserva rectos de la p?tera que en tal in
gar llevan todas sus similares y precisamente destruyendo ese
l?culo tan principal en estos monumentos; aparece practicada una
oquedad perfectamcnte cuadrada de 11 por 8 cent?metros y siete
de profundidad quo no es trabajo realizado de prisa ni hecho para
acabar de contado, sino al contrario practicado con diligencia y
esmero tanto que dif?cilmeritc se lo podr? imaginar quien no con
temple el monum?nto. Y esa oquedad, a tres cent?metros de su
boca, o su piano superior, se ensancha con ?ngulos perfectamente
rectos en todo su contorno, formando un batiente que pudiera ser
vir para que all? se pusiese una peque?a losa o una tabla que
guardase lo que en el interior de ese hueco quisiera depositarse.
Es verdad que no ser?a ello mucho, pues las dimensiones del hueco
descrito, como comprender? el lector, son realmente peque?as,
pero que fuese:
Y ahora ocurre preguntar, ?qui?n hizo y para qu? ese agujero
en un altar, en una ara consagrada a H?rcules J?nico, a Hercules
Tongo seg?n ella misma nos asegura? ?Para que le har?an, dice
uno al verla, as? me aconteci? varias veces a m?, ese agujero? Y
se le ocurrir? quiz?, como a ?m? me sucedi?, pensar que la emplea
ron como ?olumna : no daba la altura requerida y le a?adieron
un palo que supliese lo que faltaba. Pero pronto responde el en
tendimiento que para eso no era necesario practicar agujero; 'bas
taba asentar encima el pedazo de viga que fuese necesario, para
lo cual serv?a a maravilla la p?tera que la piedra ya ten?a en su
parte superior y se consegu?a el intento buscado. Quisieron que
resultase la obra m?s segura?
Pero, ?qu? necesidad hab?a de hacer cu?drado ese agujero?
Serv?a redondo y era incomparablemente menos trabajoso, pues los
?ngulos requieren m?s esfuerzo y empe?o. Y precisamente bus
caron to m?s dif?cil. Y ?qu? necesidad hab?a de trabajarlo tan fi
namente? Porq?c es de advertir que trabajaron esto muy delica
n damente: inmensamente m?s que el resto de la piedra. Y ?para
qu?1 batiente a que nos hemos referido, quo llev? sin duda muy
notable tiempo y trabajo a practicar? Eso es claro y manifiesto
que sobra. El palo y el batiente, y el agujero cuadrado y el tra
bajo minucioso y diligentemente cuidado se repelen tan por; entero