300 Dolettn de la Real Academia Gallega
'S?CC1dN OPICIAL
CONMEMORANDO UN CENTENARIO
HOMENAJE A DON FRANCISCO MARIA DE LA IGLESIA
Acord? la Academia, en reciente Junta ordinaria, organizar
una serie de actos p?blicos en los que se rinda homenaje a figuras
distinguidas en la historia, ciencias, literatur?`y arte de Galicia qu ??;?
?;?
?;?
? ? ? 2 @/ ?? ?
l ?8??HA? ?? ?P?? ?? ?? ?h??8?? ??
la presente generaci?n tiene desconocidas :u: olvidadas, e iniciar tal ??;?
?;?
?;?
? ? ? 2 @/ ?? ?
s rememoraciones con una velada en honor a D. Francisco Maria
de la Iglesia, con motivo de cumplirse el d?a 2 de Febrero el pri
mer centenario de su nacimiento.
* *.
Se celebr? :la velada el 15 de Febrero, en el sal?n de fies
tas de la ?Reuni?n de Artesanos b, y fu? un acto muy brillante
y solemne.
En el estrado ?cupar?n puesto .el Presidente de la Academia,
Sr. Rodriguez' Gonz?lez, los hijos del homenajeado Do?a Eladia
y D. Santiago de la Iglesia, los Acad?micos Sres. Estrada Catoir.a,
Carr? Aldao, Fern?ndez Di?guez y Villar P?nte, y el Secretari?
de la Corporaci?n, Sr. Martinez . Mor?s.
El amplio sal?n estaba completamente lleno de distinguido
p?blico.
Abri? la velada el Presidente de la Academia, exponiendo el
objeto del acto que se celebraba.
Agreg? D. Eladio :Rodriguez, que el . Sr. ?La Iglesia fu? un
hombre bueno, sabio y de entra?able amor a Galicia y expuso las
m?s interesantes facetas del homenajeado como pedagogo, poeta,
naturalista, arque?logo, etc.
Anunci? que sus compa?eros de corporaci?n estudiarian a
La Iglesia en sus aspectos m?s interesantes y expuso su creenci?
de que la Academia Gallega cumpl?a uno de sus primordiales de
beres al celebrar aquel acto, primero de una serie en homenaje
de los gallegos ilustres ya desaparecidos y casi olvidados.
A continuaci?n, el secretario de la Academia, Sr.? Martinez
Mor?s, ley? las adhesiones recibidas de D. Julio Pol, de Ordenes;.
de D. Dario Blanco, de Ferrol, y de varios miembros del cua,dro
de declamaci?n de Compostela, que hace a?os representaron el
drama ?A fonte do xuramentom, del Sr. La Iglesia.
Habl? despu?s el Sr. Carr? Aldao.
Hizo en primer lugar una evocaci?n de los dias dorados de
la juventud.