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204 BOLET?N DE LA ACADEMIA GALLEGA
En 1835 sufri? ?ste nuevas vejaciones, teniendo que ceder la
parte alta para alojamiento de tropas, repiti?ndose el atropello al
crearse el Instituto' Provincial, instalado en la parte nueva del
Seminario.
A pesar de eso, a juzgar, por el n?mero de matriculados, lleva
ba por entonces vida pr?spera, pues en 1834 ten?a 557 alumnos,
de ellos 353 fil?sofos y 204 te?logos. En 1860 contaba con 630, la
mayor parte (594) internos.
En los ?ltimos decenios del siglo pasado se emprendieron en
?l nuevas obras, que terminaron a principios del actual, logrando
al fin dotar a aquella di?cesis de un Seminario suficientemente ea
."' paz y uno de los mejores del reino de Galicia.
El lector habr? comprobado por este breve relato, que las con
sideraciones indicadas al principio, acerca de las circunstancias de
penuria, entorpecimientos y apremio con que se establecieron los
Seminarios de Galicia, lejos de ser exageradas, encuentran plena
justificaci?n en el desarrollo de los hechos.
Y esa es, por regla general, la, marcha de las cosas en otras
regiones de la Pen?nsula. La ?poca de su establecimiento no pudo
ser m?s agitada ni m?s hostil al clero ni de mayor escasez de
recursos pecuniarios, seg?n hab?an quedado de exhaustos los fon
dos eclesi?sticos con impuestos, defraudaciones, guerras y otras
varias calamidades p?blicas. Aun las iglesias mejor dotadas, como
Toledo, Sevilla y Santiago tuvieron que luchar durante largos afros ,
con serios incovenientes hasta lograr sus deseos; y por ah? puede
conjeturarse el esfuerzo realizado en otras menos favorecidas para
? fundar Seminario.
En esas condiciones el profesorado tampoco pudo ser ni tan
numeroso ni tan selecto como conven?a; y s?lo mediante un trabajo
recargado y redoblando la disciplina se' logr? dotar a.la Iglesia
espa?ola de clero competente, tan culto en general corno el de otras
naciones, y a lo que parece, superior en cualidades morales.
Las ense?anzas del pasado han servido de' est?mulo a los pre
lados del presente para fijar su atenci?n sobre estos centros. El
tema de la restauraci?n de la Facultad de Teolog?a en las Univer
sidades, agitado en la Prensa de todos los matices, no ha encontra
do en ellos eco, por creer con visi?n certera de la realidad, que