r2' ijolelln de la Real ,1cademia Gallega
esas l?pidas de m?rmol en que hab?is grabado con letras de oro los
nombres de ilustres orensanos y de otros preclaros varones que se han
distinguido por sus talentos, o por sus virtudes; ese edificio, verdadero
templo de la ciencia, que hab?is levantado a la instrucci?n, tan sun
tuoso y magn?fico, que en su clase no tiene igual en Espa?a, y los cer
t?menes y fiestas literarias que hab?is celebrado con la mayor pompa
y con el ?xito m?s lisonjero, prueban de bien elocuente manera que la
ciudad de las Burgas, que en punto a fe puede presentar como t?tulo
sagrado e indiscutible la tradicional y fervoros?sima devoci?n que siem
pre ha profesado a su Sant?simo Cristo, no cede a ninguna otra ciudad
de Galicia, ni de fuera de Galicia, en amor a la cultura, ni en entusias
mo por la madre patria.
?Qu? mucho, se?ores, que me enorgullezca de vivir entre vosotros;
que mi coraz?n lata al un?sono de los vuestros, y que, identificado de
todo en todo con vosotros, vuestras alegr?as sean mis alegr?as, y vues
tros pesares mis pesares? ?Qu? mucho que en esta solemne ocasi?n me
parezca como que se estrechan m?s y m?s los lazos que con vosotros,
me unen, lazos de afecto, de entra?able amistad, de gratitud impere
cedera, formados en veinte arios de apacible y tranquila convivencia,
durante los cuales, consider?ndome como vuestro, hab?is asociado mi.,
humilde nombre a las m?s generosas iniciativas y a los m?s gloriosos
empe?os? Y hay otro lazo, lazo estrech?simo, formado ?ay? por la muer
te; que ?ah, se?ores!, esta tierra bendita sobre la cual parece que el
Se?or ha querido derramar a manos llenas los tesoros de su omnipo
tencia; donde todo alegra y sonr?e: el sol y las plantas, los r?os y las
fuentes, las flores, los c?firos y las aves, esta tierra, para mi consuelo,
tan hermosa, guarda las cenizas de mi santa madre. Permitidme, pues,
que considere a Orense como mi segunda patria; permitidme que me
llame orensano.
No quiero abusar m?s de vuestra bondadosa atenci?n, y pongo fin
a mi discurso, dando expresivas gracias a las personas, autoridades y
corporaciones que en una u otra forma se han dignado contribuir a la
celebraci?n y al mayor lucimiento de esta fiesta, saludando cort?smente
a las numerosas damas que por su elegancia y hermosura brillan y
resplandecen entre tan escogido e ilustrado concurso, y enviando la
m?s calurosa felicitaci?n, el parabi?n 'm?s cumplido a los poetas y es
critores que han logrado ce?ir su frente con el laurel de la victoria, y
especialmente al galardonado con el premio de honor, risue?a esperan
za los unos, y ornamento ya los otros de las letras patrias.
Orensanos: inculcad, inculcad en el coraz?n de vuestros hijos los`