? Q.Q. BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
adosadas, del mismo corte y aspecto que las que sostienen el
arco de ingreso. Contrarrestan el empuje lateral de ese arco
y lo acusan al exterior, unas semicolumnas adosadas, a la ma
nera de las que adornan y refuerzan el tambor de los ?bsi
des semicirculares, caso poco frecuente, levant?ndose estas se
micolumnas sobre alto basamento de' dados esculpidos, como
los del interior, con arcaturas semicirculares, siendo uno de
los capiteles de sencillas volutas y'estando esculpido el otro
con una figura muy curiosa, de extendidas alas en vez de bra
zos, sostenidas por la boca de sendos cuadr?pedos a los la
dos; al fondo del ?bside una estrecha aspillera rasga el muro ?
en que termina, el cual sobresale al exterior por los lados en
forma de peque?os estribos o contrafuertes; al interior de
esta iglesia rodea, lo mismo la base del presbiterio que la de
la ' nave, a manera de z?calo saliente, un ancho y caracter?s
. tico asiento corrido, con un recio bocel en todo el borde,
asiento tan s?lo interrumpido por el hueco" de las puertas;
por ?ltimo, en el muro sur del presbiterio se abre una especie
de amplia credencia.
Tanto el tejaroz de la nave como el del ?bside est?n sos
tenidos por una variada colecci?n de bien trabajados caneci
l?os, entre los que predominan los de arista central a manera
de bisel con nervios o molduras, hojas secas o de poco relie
ve, algunas terminadas en forma de esf?rica poma, habiendo
algunos de doble rollo, a manera de pergamino envuelto por
r sus extremos, y otros de caprichosas volutas de formas va
riadas.
El pi??n de los muros de cabecera de la nave y del ?b
side aun conservan los carneros que, a manera de Agnus Dei,
suelen ofrecer muchas de nuestras iglesias rom?nicas en vez
de,corderos, pero faltan las cruces antiguas que los corona
ban. Por todos los muros abundan los signos lapidarios,
aunque en general muy repetidos.
En el atrio se conservaba, cuando en Julio (le 1931 visit?
esta curiosa iglesia, un sartego o sarc?fago de granito hallado
en el mismo, a unos dos metros de profundidad, lo que prue
ba la antig?edad del emplazamiento de esta iglesia, pues tiene
que ser anterior a la costumbre de enterrar en el interior de
las naves, generalizada ya desde el siglo xi.
No conocemos la fecha de su ?fundaci?n que probable