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3I 'Olefin de la l;eal Academia Gallega
de la trinchera obs?rvanse .vestigios de primitivas construcciones
enterradas en una longitud de 20 metros, consei'v?ndose? la cabeza
del Norte de uno de los tanques que, desescombrada, pude ver que
media 2m80 de ancho interior, subsistiendo en una altura de 011185.
Hall?base formado por un tosco:murete de 011160 de.espesor, de
peque?o aparejo trabado con arcilla, el cual fu? revestido, para ha '
cerlo estanco, con una capa, no muy gruesa, de opus signium, re
dondeando con ?l todas las aristas; mientras que por el fondo, a
fin tambi?n de impermeabilizarlo, concret?ronse a extender sobre
el mismo terreno arcilloso otra capa de la propia pasta, de OmOG a
0m08 de espesor. Y tanto en su descuidada ejecuci?n como en lo
imperfecto y relativamente deleznable del hormig?n aplicado en
cima de tan elemental obra de f?brica, advi?rtcse un trabajo muy
pobre e inferior en todo al de los pilos de id?ntico lipo que descubr?
en el puerto de Espasante, por lo cual considero cstos de Bares de
tiempos muy avanzados, cuando ya iba en decadencia la cultura
latina.
Esta cabeza de tanque, en el metro y dicz cent?metros de f?ndo
que del mismo restaba, lo encontr? rclleno de piedras pequellas,
desbastadas algunas groseramente; muchos pedazos de tegulas y
de imbrices; varios ladrillos de tipo peque?o entre los atr?s men
tados; fragmentos de pizarras, y dos trozos correspondientes al
fondo de dos pucheros de barro, de pasta y factura ordinaria, fa
bricados a torno, lisos, sin vidriar ni pulimentar. 'i'odo ello re
vuelto con muchas cenizas, residuos de calcinaci?n y dem?s indi
cios de haber sufrido un violento fuego.
Dada la disposici?n en que se hallaban tales restos, pu?dcse,
sin vacilaci?n, colegir que ardi? el edificio, hundi?ndosc la techum
bre sobre los pilos quo resguardaba y de ah? tantos pedazos de
tegulas e imbrices como rellenaban ?stos. La antigua tradici?n, tan
popular en la localidad, de la primitiva importancia de Bares y do
haber ardido siete veces, tiene en estas ruinas industriales un buen
indicio de verosimilitud.
De este mismo lugar en quo con las obras de la carretera se
removi? porci?n de aquel terreno arenisco en un espesor medio de
dos metros, proceden otros dos trozos ccr?micos que me entregaron.
El mayor, de 0m08 de largo yOm04 de ancho, corresponde al bordc
de la boca de una vasija, quo por su finura, barniz rojo y brillante,
y por la perfecta t?cnica quo el fragmento revela, as? como por
ofrecernos indicaci?n del canto de un relieve, acusa un barro' de los