}
Bolet?n de la Real Academia Gallega 21 I
REGRESO DEL EXCMO. SR. CONDE DEL RIVERO
Sr. Presidente de la Real Academia Gallega
La Coru?a.
Muy distinguido se?or nuestro:
El Excmo. Sr. Conde del Rivero regres? de su viaje y despu?s de haber
dejado transcurrir los d?as que juzgamos prudente para su natural descanso,
tuve, en uni?n del Vicepresidente Sr. Beltr?n y Secretario Sr. Pravio,' el
placer de darle la bienvenida y de departir cordialmente, haci?ndose lenguas
del recibimiento que ustedes le hicieron y lamentando muy de veras que exi
gencias de la administraci?n del "Diario de la Marina", le obligaran a te.
ne.r que hacer su viaje de regreso por Par?s y Nueva York, impidiendo que
pudiera cumplir lo que les hab?a ofrecido y era su ardiente deseo. Nos pidi?
trasmiti?ramos a ustedes la expresi?n de su agradecimiento, as? como el de
su bella y distinguida esposa.
Mucho nos han halagado dichas manifestaciones, a las que nos sumamos,
por haber realizado ustedes de brillante manera nuestras aspiraciones.
En la entrevista abordamos el asunto del monumento a Curros y de las
impresiones cambiadas es exacto compendio la carta que acompa?a a la pre
sente y con la que esta Asociaci?n se halla en un todo de acuerdo.
Y hall?ndose usted, se?or Presidente, facultado por los donantes de la
Argentina y por nosotros para que en uni?n del Excmo. Sr. Conde del Rivero
resuelva definitivamente este asunto, creemos noble y sinceramente que, sin
otras dilaciones, debe aceptar el m?s que juicioso, para nosotros acertadfsima
criterio de dicho se?or, y realizar el ansia de todos los gallegos que se des
esperan de no ver honrada la memoria del poeta insigne.
Y como hemos dicho que en un todo participamos de las opiniones que
expone el Excmo. Sr. Conde del Rivero, someramente razonaremos esta adhe
si?n. Es cierto que del valor art?stico nada hay que decir, pues es del m?s
subido, y aunque no presidi? en su ejecuci?n la idea de honrar a Curros,
siendo como es un monumento que simboliza la inmensa amargura, el dolor
por el ido, aceptando el ofrecimiento del escultor de a?adir o variar en lo
accesorio, cuanto dentro de la concepci?n art?stica pudiera ser variado, para
que resulte su adaptaci?n lo m?s cercana' a la personalidad que se quiere
queda' anulada toda objeci?n por esta parte, la m?s trascendental
por afectar al valor absoluto .de la obra. No es tampoco menos importante
la del costo, aunque no afecte al arte, pero no creemos que usted dudar? de
la necesidad de prescindir de peque?os detalles, ante el hecho de poder ad
quirir por menos de la mitad de su verdadero costo un verdadero monumen
to, Sin valorar las dem?s facilidades que dan derecho a esperar la ?ntima
amistad del Sr. Huertas con el Sr. Conde del Rivero y el verdadero desea
que sabemos anima al escultor, a esa Real Academia Gallega, para que logre
lo m?s completamente posible realizar esta obra de consagraci?n. No es pe
que?a suerte la qua nos depara un monumento original, bello, digno del