268 Ijoleltn de la Real Academia ?allega
En las aulas compostelanas, en el Colegio mayor . de Fonseca, ante
la Academia de Ambos Derechos, mostr? por varios a?os sus talentos
de jurista, su habilidad para argumentar; por ellos obtuvo distinciones
se?aladas No se alist? en 1808 con los animosos escolares en el in ,I
victo Batall?n dedos Literarios; sus cuarenta a?os de edad ?hab?a nacido
en Febrero de 1768?, temperamento pac?fico, el amor a su esposa y a
los tres hijos que le reclamaban para su educaci?n, y, sobre todo, el sen 1
timiento de que m?s habr?a de hacer ?l por salvar a su patria con el
juego de su raz?n serena y firme que con el esfuerzo de su brazo, le
retrajeron de formar en aquella valerosa pl?yade de patriotas gallegos.
Qued?se en Santiago, dedicado a su bufete y al desempe?o del encargo
de Diputado del Com?n, que por voto un?nime de los vecinos se le
confiri? en 31 de Diciembre de 1808. El Ayuntamiento santiagu?s debe
conservar en sus libros de actas recuerdos preciosos de la labor de este
digno concejal. A los pocos d?as de posesionarse de su diputaci?n entran
V los franceses en la ciudad; eran parte de los perseguidores de Moore,
que la dominaron ya hasta Junio de 1809. No hallaron, al entrar, auto
ridades espa?olas que aconsejasen orden y tranquilidad; ?l hizo esto, ?l
protegi? a los ciudadanos de. Compostela, ante los Magistrados franceses
o afrancesados, contra sus imposiciones y abusos. Y despu?s cuando los ?
soldados invasores abandonaron el pueblo, ?l actu? de Juez, de Alcalde, 4.
de Ayuntamiento, de todo; fu? la ?nica autoridad mientras a su llamada
no acudieron Alcalde y Asistente, Juez de Apelaciones y Regidores de la
Ciudad.
El Mariscal D. Francisco Taboada le conced?a toda su confianza, y
as? lo hicieron tambi?n, en diferentes ocasiones, la Junta Provincial, el
Comisario de Seguridad P?blica de Santiago y los Se?ores de la sala del
Crimen de la' Real Audiencia de Galicia, que le encomendaron la delica
da misi?n de formar causas a los sospechosos de infidencia.
Sinsabores y disgustos hab?a sufrido hasta aqu?, por su condici?n de
patriota; ahora empieza a tener que soportar las consecuencias de soste i
ner convicciones incompatibles con un ambiente de absolutismo. Era
Regidor de Santiago en 1812, y, con todos los miembros liberales del
Ayuntamiento, fu? procesado, por ciertas delaciones; si bien absuelto
despu?s. Continu? su labor jur?dica, distingui?ndose siempre como
amante de la Constituci?n. En Febrero de 182o entr? en la ciudad la
divisi?n volante del general Acevedo, restableci? el r?gimen constitucio
nal y depuso a las Autoridades contrarias a ?l; se convoc? al pueblo para
nueva elecci?n y fu? nombrado D. Jos? Camino, por voto general, Alcal
de primero de Santiago, ?como el m?s principal en quien todos ten?an