Dolel?n de la Real 5kcademia 6allega 9
Con serenidad grande, fina diplomacia y elevado talent() cumpli?
Sangro la delicad?sima misien que le hab?an encomendado. Y el exito
le favoreci?. Por sus esfuerzos, logr?se que el Gobierno de. Jorge III
enviara aquellos cuantiosos auxilios en numerario, calzado y vestua
rio, y efectos de guerra; que viniera ? Galicia en calidad de Enviado
especial Sir Carlos Stuart; que desernbarcase en Portugal la expedici?n
de Wellesley ?para que esta naci?n que estaba tibia se alzase contra
el enemigo com?n?, y que el caudillo viniese ? la Coruna ? conferen
ciar con la Junta acerca de su destino; que se dispusiera el regreso ?
Espana de los soldados de la Romana, mediante el env?o de un Comi
sionado ingl?s ? Fionia, portador de las cartas de las Juntas de Galicia
y Sevilla; que se estableciese la libertad de navegaci?n y la protecci?n
de nuestras costas por la Marina inglesa, y el servicio de correos direc
tos entre Plymouth y Falmouth y la Coruna; que se realizase el em
pr?stito. de los banqueros ?ngleses, con garant?a de Sangro y de don
Pedro Agar?un hispanoamericano, buen patriota, de firme cr?dito,
por mucho tiempo residente en la Coruna; y, por ?ltimo, que volvie
ran ? la tierra patria los prisioneros espanoles de otras guerras, some
tidos ? dura labor en los pontones brit?nicos.
Por mediaci?n de Sangro, entre el Reino de Galicia en relac i?n
h con el Marques de in Romana.Durante su residencia en Londres, procure, aunque sin exito, ~
obtener de los Enviados andaluces parte del dinero concedido por el
Gobierno brit?nico, para destinarlo ? Galicia, ? condici?n de reintegro
con plata labrada de iglesias y particulares, ?la m?a la primera?, dice
Sangro. Con los Diputados de Andalucia y Asturias firme, en 29 de
Agosto de 1808, las cartas en que ?en nombre de S. M. el Rey D. Fer
nando VII?, presentaban al Diputado Anduaga al Emperador de
Rusia y al Rey de Suecia, para que les enterase de los negocios de
Espana:
Canning estimaba grandernente ? Sangro. El Rey Jorge III h?zole
el preciado regalo de una tabaquera de oro con su retrato, orlado de
sol )erbios brillantes.
De regreso ? Galicia, Sangro continue ayudando extraoficialmente
los trabajos de la Junta Superior. En 1810, tuvo que resolver ?sta,
dando la razen ? Sangro, una cuesti?n suscitada por exceso de celo del
Intendente Gardoqui, acerca de la inversi?n de caudales.
En 1812 fu? elegido Diputado ? Cortes por Betanzos, siendo uno
de los que firmaron y juraron la Constituci?n de C?diz, y de los que