34 jotetin de la iteal Academia 6atlega
en las Torres . de Oeste, paso dif?cil de ser forzado, march? siguiendo
por tierra las orillas del r?o, tal vez protegidos los invasores hasta donde
esto les era posible, por los barcos de la escuadra. Op?soseles el obispo
Sisnando, mucho antes que llegasen a Cesures. El encuentro debi? ser
cruel y encarnizado, pues todo indica que no fu? un solo combate, sino
muchos y continuados, avanzando el enemigo, oponi?ndosele en reti
rada los naturales. Estos eran escasos, la mala fortuna , del obispo mu
cha. El fu? quien decidid la suerte del combate con su muerte en el
rudo choque de Fornelos. En ella cay? el prelado y se pele? con encar
nizamiento por ser este ?ltimo el encuentro decisivo; por ambos lados
con igual denuedo, pero no con igual fortuna. Duro combate, tan duro
como encarnizado, cuando la historia conserv? el nombre de los lugares
que lo presenciaron. Huyeron los vencidos, y desde aquel momento los
muros compostelanos quedaron desamparados y abiertas .sus puertas
para que entrara quien lo desease.. Y como si el cielo quisiera castigar
la muerte del prelado, Gudrced la hall? m?s tarde bajo el cielo de. Galicia.
Fu? la de Fornelos (x), dolorosa jornada para los cristianos, pues
de ella dependi? la libertad del territorio. Santiago fu? ocupado y sa
queado por Gudroed y los suyos, que ?brios por la victoria y por el
n?mero, se entraron como un torrente por el interior de Galicia, sin ha
llar resistencia, o venci?ndola si se la opon?an. De un lado al otro la
atraves?, llegando hasta el Cebrero, talando y robando campos y vivien
das, destruyendo fortalezas, derrocando castillos, quemando dieciocho
poblaciones. Pudo temerse entonces con raz?n, en vista de tanto estrago,
se apoderasen los normandos definitivamente del pa?s gallego, pues para
tanto eran propicios la menor edad de Ramiro III, la hostilidad hacia
la corte de Le?n de los condes de Galicia, y las turbaciones que entonces
se experimentaban y concluyeron con la elevaci?n al trono de Ber
mudo II.
Si del n?mero e importancia de estas expediciones tuvi?semos m?s
noticias, f?cil cosa ser?a probar que no solamente Gudroed y los suyos,
levantaron *sus tiendas en Cortegada, sino que otro tanto hizo San
Olaf (2), Ulf (3) y dem?s caudillos que vinieron a hostilizar el pa?s galle
(r) Como puede haber quien lo ignore aun despu?s de lo escrito sobre el asunto, no
estar? de m?s que se diga que el Fornelos donde tuvo lugar la derrota de Sisnando, se halla
emplazado sobre el Louro, riachuelo que desemboca en el Ulla poco antes de entrar ?ste en
el mar, y que all? se hallan los bra?ales y junqueras de que habla La Compostelana.
(2) San Olaf, conocido por Olaf Haraldsson, esto es, hijo de Harald, rey de Noruega,
a quien sucedi? en el trono y distinto de otro Olaf Tryggvason muerto en el a?o moo.
La expedici?n de San Olaf a Galicia tuvo lugar inmediatamente despu?s del 1012.
(3) Ulf naci? hacia el a?o r000, y de ?l se dice que conquist? y saque? Galicia. Por eso