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64 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
trador o el apoderado. Los representantes del hidalgo como sus
enemigos m?s temibles.
"Mi matanza ?dijo la Pepona? es que no podr?
hablar cara a cara con el se?or marqu?s, y al apo
derado tendr? que arrodillarme. Los se?ores de ma
yor se?or?o son siempre los m?s compadecidos del
pobre. Los peores, los se?oritos hechos a pu?etazos,
como don Mauricio el apoderado: esos tienen el co
raz?n duro como las piedras y le tratan a uno peor
que la suela de zapato. Le digo que voy all? como
buey al matadero" 6.
En lo q?e concierne a los campesinos propietarios, cuando
son pudientes les llaman de "Pan y Puerco"' (el campesino po
bre puede tener un puerco, pero jam?s la cosecha de trigo ase
gurada para todo el a?o), pero el peque?o propietario debe a
menudo buscar otra actividad para remediar su situaci?n pre
caria. Puede colocarse, por ejemplo, como alba?il durante el ve
rano 8 o bien emigra.
"El t?o Marcos Loureiro emigr? porque no pod?a
sobrellevar el peso de las contribuciones ni sostener
con su labor agr?cola a la mujer y a los tres rapa
cirios" 9.
Para el campesino, la Am?rica es la tierra de promisi?n. A?n
de edad avanzada el campesino puede tener el valor de emigrar
tal como el septuagenario de De poliz?n que quiere arrancar a
su nieto de la miseria y para ello ha ocultado al adolescente en
el cofre "el arca" que hace meter a bordo del barco'''.
Despu?s de quince o veinte a?os pasados lejos, el Campesino
vuelve a su pa?s, enriquecido, compra terreno y se hace construir ?
una casa.
6 Destripador de anta?o, Ag., t. I, p. 1.551. El Trueque, Ag., t. I, p. 1.561.
El Peregrino, Ag., t. I, p. 1.514. La Amenaza, t. I, p. 1.557.
La Quimera, t. I, p. 1.046.
9 El Tetrarca en la aldea, Ag., t. I, p?g. 1.572.
10 Ag., t. I, p. 1.583.