I42 $oletin de la Real Academia Gallega
redoblaron la vigilancia y las guardias; establecieron un gobierno a an
modo, en el que, a excepci?n de alg?n otro conocido por su conducta
y opiniones, los restantes, obligados por la fuerza a aceptar sus em
, pleos, eran unas m?quinas precisadas por la tnisma a escribir cuanto
dictaba la violencia y el capricho, poniendo a la cabeza de la Admi
nistraci?n tnilitar y de polic?a, dos franceses de los m?s malvados que
hab?a entre la perversa chusma (1). Dispusieron, desde luego, impe
dir todas las entradas y salidas, levantando y reparando los portillos
de la muralla. De cinco puertas que tiene, cerraron dos con fuertes
tapias 'de piedra y fortalecieron las dem?s con portones de madera y
caballos de frisa, que todav?a subsisten, y con este arbitrio encerraban,
cuando les parec?a, a la gente que se encontraba dentro (2), medida
que oblig? a muchas gentes de todas clases a fugarse y ausentarse,
y aument? extraordinariamente la despoblaci?n. A mediados de Abril
desarmaron todo el vecindario, lo que fu? ejecutado con tanto rigor
que apenas qued? en las casas cuchillo con que cortar el pan (3); inun
daron todo el pueblo de esp?as, hicieron varios castigos p?blicos, ob
servaban con la mayor cautela las personas que les parec?an m?s sos
pechosas, llenaron la c?rcel p?blica de gentes de todos los oficios,
amenazaron a unos, arrestaron a otros (4) y no hubo vecino honrado
que no sufriese todo g?nero de ultrajes.
?En este estado, y reducida la poblaci?n a menos de la cuarta
parte, el mayor n?mero de mujeres, nifios ? personas d?biles por sus
achaques, constituci?n habitual o tenor de vida, y algunos miserables
del populacho, entre todos los que apenas se pod?an juntar cien hom
bres ?tiles, y al fin todos inermes, fu? cuando determin? Fournier sa
lir a recibir y atacar nuestro ej?rcito, dejando antes la suficiente
guarnici?n distribulda en guardias dobles eu las puertas, m?s de se
15.000 raciones de v?veres y moor) de forraje dentro de veinticuatro horas. ? Fecha 29 de
Febrero.
(t) Francisco Fournier, Gobernador Militar, y Pedro Grenoilleau, Director general
de Policia.
(2) As? sucedi? desde el martes hasta el s?bado santo, ?nterin que Fournier hizo una
correr?a para sorprender at general Martinengo y castigar at mismo tiempo a los paisanos de
la monta?a, como el dec?a, habiendo tenido que retirarse con bastante p?rdida, sin conseguir
sino el miserable gusto de quemar unas dieciocho casas.
(3) V?ase el n?mero to.?Oficio del comandante Mecuqusau para publicar un bando
para recoger todo g?nero "de arms, con varias penas, y copia simple de dicho bando.
Fecha zo de Abril.
(4) Entre otros, D. jos? M. Rivera, Procurador Sindico General, que sorprendido
en una aldea, en la cam', de una aguda enfermeda I, lo condujeron en este ?stado, mante
ni?ndolo en arresto con centinelas de vista a su costa, hasta el mismo d?a que acabaron de
evacuar el pueblo.
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