134 joletfn de la Real Academia Gallega ?
Para completar este copioso ramillete de afirmaciones ofensivas
en las cuales se siente palpitar la m?s desaforada pasi?n, a?ade el Al
calde de Santiago que en todo el Reino era conocido el tono grosero
e insolente con que se produc?a Font?n en las Juntas de la Univer
sidad, ? lo cual justificaba cada vez m?s lo prudente que ser?a sepa
rarle de ella?; y asegura que el nombramiento de Censor de trajes
hecho por el Rector en favor de nuestro ge?grafo, hab?a puesto en
conmoci?n ala juventud escol?stica?, obligando a Font?n a presentar
la dimisi?n de su cargo, ante el temor ? de un fin funesto ?.
c ?Y un hombre de este jaez, Se?or?pregunta indignado .Leys y
Saco, dirigi?ndose al Rey, podr? tolerarse en una naci?n culta y
cat?lica c?mo la nuestra? ?Cu?l ser? el fin de negar tantas certificacio
nes a sus desgraciados candidatos, sino el de despoblar enteramente la `
Universidad donde se crean los magistrados civiles y eclesi?sticos que
tenemos al presente??
Por eso, ardiendo el Alcalde en las llamas del celo por el bien p?
blico, con que, desde los tiempos m?s remotos han solido los hombres
encubrir sus m?seras o depravadas pasiones, y vista, la evidencia de
losperjuicios ? que irroga tal ente ?=que de esta manera despectiva
se?ala ? su acusado,.suplica al Rey corrija los excesos denunciados,
?separando enteramente de la ensefianza p?blica a dicho Dr. Font?n,
y aun priv?ndole de... tener m?s voto en la Universidad, con lo que
se har?" un' bien.` a esta . capital . y su provincia, y aun . a toda la mo
narqu?a ?:.
No ,dice, el Alcalde, pero ya tendr? buen cuidado de advertirlo
Font?n, que x entre los ciento ocho alumnos cuyatriste suerte tanto
inter?s inspiraba.a,la:autoridad gubernativa de Santiago, figuraba un
hijo de ?sta. Tal circunstancia explica sobradamente el tono acerbo
empleado por Leys y Saco en su petici?n al Rey.
SALVADOR CABEZA DE LE?N.
(Concluir?).