62
BOLETÍN DA REAL ACADEMIA GALEGA
p re c u r s o re s? para non incluír escritores estrictamente contemporáneos seus, autores dunha importante obra ?rehabilitadora? como José Pérez Ballesteros (18331918) e Juan Antonio Saco y Arce (18351891)? Se se titulase R e c u e rd o s9, o libro de Murguía non suscitaría os reparos ?e mesmo, os ataques? que, xa en 1886, suscitou. Ataques e reparos ós que axiña tivo que contestar don Manuel. De xuño de 1886 é unha carta aberta súa na que replica ós seus críticos nestes termos:
Ciertamente que el título de mi libro es un tanto pretencioso y que a no ser por una circunstancia fortuita, el primero de los tres volúmenes de que pensaba constase mi obra, hubiera llevado otro más modesto, aunque no tan apropiado. Así se hubiera quitado toda ocasión de queja a las buenas almas que sin conocerme ni tratarme, me apellidan alma ruin, con tanto aticismo como exactitud. Mas como al tomo impreso debiera seguir otro Los secuaces en el cual me ocupaba de esa juventud que sonríe ?¡digna ocupación por cierto a falta de otra mejor!? de ahí que titulase Los precursores el primero, por la misma razón que el tercero se nombraba Los desconocidos: especial trilogía en que pensaba encerrar el pensamiento inicial de una obra de patriotismo que pues no fue comprendida, no será por lo tanto continuada. Esos jóvenes amables que se consideran felices, porque aún pueden sonreír, podrán así mismo continuar mi trabajo, que es algo más práctico. Todos ganaremos en ello: yo me ahorraré algunas pruebas más del amor que me profesan ciertos jóvenes de 36 a 40 años ?precocidad sin ejemplo en los anales de la moderna literatura!? y ellos alcanzarán toda la gloria que caberles pueda a dar completo fin a la obra que Los precursores inician10.
Reproduzo o segundo parágrafo porque é moi ilustrativo da actitude manifestada por Murguía contra os novos en non poucas páxinas de Los pre c u r s o re s. Nunha lemos: ?De pronto surgió la queja, tomó fuerza el desdén, y se vio con harta claridad que los nuevos, creyéndose los únicos ungidos, desconocían y negaban la obra de los que les habían precedido, allanándoles el camino y dado un pueblo de antemano ganado a las aspiraciones que abrigaban? (12). Noutra páxina, do capítulo Eduardo Pondal, pronúnciase con esta dureza: ? [...] la estéril osadía que entorpece el actual movimiento literario de Galicia? (133). No mesmo capítulo fala da ?frialdad y el mercantilismo que han invadido el corazón de los jóvenes? (144).