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sido, poco a poco, transportado al Oeste, m?s all? de las Columnas
de H?rcules?, se interroga Humboldt en su obra Crist?bal Col?n
y el descubrimiento de Am?rica, etc., tomo II.
' ciendo los antiguos a medida que se iban ensanchando los horizonResponderemos afirmativamente, pues eso as? lo fueron ha
tes geogr?ficos con nuevos descubrimientos.
III
No ha mucho se ha renovado, por la libertad extrema con quo
Plat?n, sobre todo en su di?logo Kitrias, trata de la leyenda de la
Atl?ntida, el supuesto de que el fil?sofo griego no la tom? de Sal?n,
sino quo la supo durante su viaje a Egypto; pero el autor en Timeo
bien claramente se?ala la fuente de donde proviene. En las Obras
dc Plat?n, anotadas por Fredmann, en Biponte (Zwerbruchen)
1786, l?cse en el resumen del Timeo: ?Promptum sese Cristias ad
satisfaciendum promisso dem?nstrant refert quae Solone se audisse
avus commemorare solitus... Est autem quod narrasse ferunt'So10
nem, hu jusmodi eurn in 1Egypte urbe sai... ?
Y aun hay m?s: Plutareo en su Vida de Sol?n, al restituir a
?ste el poema que se pone en duda, cita los nombres de los sacer
dotes Psenophis y Psonquis, de Heli?polis y Sais, de quienes; adqui.
? ? ri? aquel poeta y moralista, las noticias de la Atl?ntida. Lo cierto lambi?n es quo Plat?n durante su residencia en el
pals de los Faraones adquiri? vagas noticias acerca de las islas. Ca
narias, y a su retorno a Grecia, como viese que dichas islas eran
cosa desconocida en su patria, las tom?, con la Atl?nticla, de punto
de partida para sus especulaciones morales y pol?ticas. No falta
quien, como Schulten, diga quo Plat?n tuvo presentc al tratar de
la Atl?ntida a Tartessos, aun cuando no coincidan en todo los ras
gos con el continexite tan discutido.
Entre los antiguos, como se sabe por los escritores de esos
tiempos, reinaba la persuasi?n de la existencia, alejada de su pa
tria, de otras tierras, de clima semejante a los suyos, y las designa
ban con varios nombres, Gran Tierra, Continente Croniano, etc.
Por eso situaron esos pa?ses fant?sticos en los casi desconocidos
mares de Occidente. ?
Theopompo, en su Historia de Grecia, nos habla de la Merb
pida, y Plutarco, en su Tratado de las lases de la Luna, menciona
las Tierras Saturninas, existiendo adem?s, de tiempos remot?simos,
?