BOLETIN DE r LA ACADEMIA`( GALLEG? 21
El nombre de Garcia Acufla, por lo que era y por lo que toda
via podia ser y ser?a, tiene derecho, m?s que a esta simple nota ne.
crol?gica, a figurar entre los gallegos ilustres ante la posteridad.
Sus obras lo justifica?. Entre las que deja publicadas, figura La
Mari?ana, novela costumbri'sta que se desarrolla en el espl?ndido
escenario de la hermosa comarca de las Mari?as, a :la que ?l, quiso
tributar esa ofrenda de filial cari?o,'como hijo de la hist?ric& ciu
dad Betanzos;' escribi? tambi?n El Ideariu?im regionalista, esque
ma . sint?tico de la evoluci?n regionalista ib?rica, que es un estudio
magistral e interesantisimo; tradujo, adem?s, del 'fr?nc?s, 'la obra
de J. CharlesBrun, El Regionalismo, ampli?ndola con introducci?n,`
notas y comentarios muy subst?nciosos; y dej? desperdigados por'
revistas, peri?dicos y otras publicaciones, multitud de estudios, cr?
nicas, cuentos y art?culos sobre distintas materias, que revelan
su gran, erudici?n, y que reunidos y cuidadosamente seleccionados
formarian varios:vol?menes muy enjundiosos, porque Garcia Acufia
no era s?lo un =gran literato, sino que era tambi?n un gran pol?gra
fo y un gran pensador, q?e tenla la rara virtud de tomar siempre
en serio las cosas serias que importan a la vida'de la colectivida;d.
Desde que entr? a formar parte de nuestr? Academia prop?so
se firmemente consagrarle las luc?braci?nes de su poderosa inteli,
ge?cia, ideando planes: trazando proyectos, bosquejando obras lite
rarias que no s?l? bull?an en su imaginaci?n, sino qu? ya esta
ban puestas en marcha y prontas a darles t?rmino para entregarl?s
a la publicidad, y todo ello con el pensamiento fijo en Galicia.'
?Qu? dolor ver que todo eso, tan prometedor para nosotros y para
el pals, se lo ha llevado consigo al encaminarse hacia la miste
riosa inoradadel eterno silencio, donde las casas terrenas acaban
,en, la nada, y de donde no se retorna jam?s !
ELADIO RODRIGUEZ GONZ?LEZ.