BOLET?N DE LA REAL ( ACADEMIA GALLEGA 591
es nuevo no ha llegado a ser enteramente ;'. Certeras; palabras que
alejan del ?pecadohabitual..de subestimar lo.viej?,'y;nos ;im.
piden adoptar?,hoy,";alconmemorar esta:solemne efem?rides, un
tono,eleg?aco, de responso, al, tiempo ido, impuls?ndonos, por el
contrario, a celebrar con viva complacencia. ?y voy a ser , fiel
al sentido etimol?gi?o , de ?la palabra la veteran?a de nuestra
Academia.
Es oblig?do tambi?n revalorizar el concepto de lo viejo por
un imperativo de conveniencia: l?s, acciones humanas presentes
deben buscar arraigoen el .fondo ejemplar de las pasadas. "Con
vi?ne ?aconseja Ortega? que c?da cual se recuerde a s?,mism?
y recorra a menudo sus d?as pret?ritos, reaviv?ndolos, como ??
buen general la ondulante l?nea de sus ej?rcitos". ?Y qu? d?as tan
luminosos y fecundos puede recorrer y reavivar la Real Academia
Gallega de su ya largo pasado! D?as llenos de hechos memora.
bl?s en la elaboraci?n de nuestra c iltura, de nombres preclaros'
en el hervor de nuestra creaci?n literaria.
Y es, en, fin, .de pura raz?n celebrar con ?nimo regocijado la
larga edad a que hoy llega nuestro Instituto literario. La Real
Academia Gallega puede .hacer, y hace 'hoy, un alto en su mar
cha ,para,mirar un punto hacia su pasado y reafirmar la noci?n
de su existencia; pero no empa?a la celebraci?n de su supervi
vencia con temores .de acabamiento futuro; porque las corp?ra
ciones, como los pueblos, no miden sus 'd?as con el patr?n tem
poral con que se mide la vida de los individuos, que cuanto m?s,
se alejan del nacer m?s se acercan al morir; no espara.?llas'el
tiempo un caudal que se gasta y puede llegar, a consumirse, sino
cauce abierto a las ?mpresas intemporales del esp?ritu; su orga
nismo se nutre y se renueva con el saber de las sucesivas gene
raciones y es; en este sentido. imperecedero.
Llegada, pues, a la virtud de la vejez, dejemos que la Acade
mia Gallega se mire, complacida, unos instantes en el espejo de
su vida pasada.
?C?mo naci?? ?Qu? causas determinaron el proceso de su
creaci?n?
La causa remota, pero necesaria, no fu? otra que el influj o,
la gravitaci?n de la tradici?n literaria de. Galicia, qua a media
dos del siglo XIX se manifiesta en la reanudaci?n del cultivo.,de
la lengua gallega, arrullada en la l?rica cuna de los cancioneros