BOLET?N DE VA ' REAL ACADEMIA GALLEGA 303
~miale del ?pago' de los servicios comunes, dejando su Obispado
completamente libre de gabelas y'tribut?s: ?
's Con la bendici?n del <'Sumo Pont?fice y obedeciendo , a
su' mandato; encarg?base el nuevo Obispo 'de su Di?cesis en
circunstancias muy cr?ticas, por la carencia absoluta de clero
debida a la malicia de los tiempos, como se declara ,en (la
Bula de preconizaci?n. Y nada sabemos en concreto de su
vida y de su actuaci?n en el episcdpado, ni de su muerte., que
debi? de ocurrir en el primer semestre del a?o 1553, porque
el d?a 20' de' agosto del' mismo ario' ` se ; le daba por s?cesoil
a su hermano de h?bito ` Fr. Esteban de Felino.
No se conoce,,o no estamos seguros' ,de conocer, como
dice gel P. Meersseman, toda' la obra "literaria de ' Bonhomel,
y ' acaso nos reserve alguna sorpresa ' agradable el estudio
'progresivo (de los' manuscritos latinos ; que duermen en los
archivos., S?bese, sin embargo,' de la 'existencia de . otras (dos
traducciones suyas, que no podemos detallar 'hoy por falta
de' datos' indispensables.
,En' el tratado De notitia' orbis terrae' del 'dominico
Juan 'III, Arzobispo de Soulthanyeh (1'404) se remite al lector
a las obras de . Bonhome, donde se encontrar?n rese?as m?s
completas. sobre el Isl?n, que las (ya bastante amplias faci
litadas por el autor (Archivo de la Orden, 8193836). No se
alude seguramente, al hablar de dichas rese?as, a la' Ep?stola
Samuelis,' ni a los dos cap?tulos: de la segunda traslaci?n,
donde solamente se encuentran los elogios de Jes?s y de
Mar?a sacados del Cor?n, sino que se nos hace pensar en
otras obras hasta ahora desconocidas de nuestro insigne
arabista, que cualquier d?a se descubren en alg?n archivo.
El mismo Bonhome nos da motivos, 'para pensarlo as?, en
aquella promesa de su dedicatoria' de ' la Historia de Jos?
al : General de la Orden, de enviarle cosas mejores si Dios le
daba vida y salud.
Por conclusi?n diremos con el 'mismo Meersseman, que
sin comparara Bonhome con Raimundo Mart?n y con el
florentino 'Riccoldo de Monte Croce, en el mero hecho de
haber aprendido las lenguas orientales y traducido libros
del ?rabe 'al lat?n, movido de un ideal tan noble como 'el
que le inspiraba, tiene una importancia excepcional e indis
cutible, y es digno de un detenido estudio y de nuestras