BOLET?N DE LA REAL, ACADEMIA GALLEGA 30I
t?base, como, hemos s visto ya,s;de,:que ,existiese, entonces una
barrera, casi, infranqueable entre las, dos civilizaciones cris
tianas: por falta de : int?rpretes r entre latinos , y orientales;
;y en ,cuanto; estaba, de su parte,: no. regate?; trabajos y sacri
ficios 'para 'obviaren:lo posible; tan grave inconveniente, 'y
poder llegar a una mutua compenetraci?n de pensamientos
y?des;afectas entre, ambas 'cristiandades.~t s,;s r3
Si .nuestro: famoso ,Misionero tes; un, .hombre benem?rito
por su obra: de s apostolado cristiano, no lo ;es menos, quiz?s,
por sus esfuerzos; en : allanar : els camino ; as la difusi?n e? inter
cambio; de .a ideas entre ' el ? mundo oriental s y el mundo occi
dental. ? Mucho, deberla' civilizaci?n i cristiana a los misioneros
del temple de nuestro gran Bonhome ! s ; ,
? ? Hacia' ? fines ? del: s a?o' 1341' `debi? . de, s regresar nuestra
biografiado de = las:isla de ' Chipre ,a s sla ciudad . de. R Avi??n,
donde, ,se hallaba el Cardenal Sotomayor;sy, f?cil ;es ;que
en su viaje de regreso se detuviese en; Espa?a, encontrando
all? el tratado In malos m?dicos (o contra los malos m?dicos),
que tradujo del ?rabe al lat?n en el s a?o 1342, del . que se
conoce un manuscrito ?nico en la Biblioteca Ambrosiana de
Mil?n. Era , Bonhome un singular amante de libros raros y
curiosos, como dice muy bien el P. Meersseman.
Este tratado cierra la lista de las traducciones conocidas
del arabista gallego; y fu? plagiado y publicado en el a?o
1500 por el m?dico napolitano Juan Elysio o Ulisio. No co
nocernos de ?l m?s que el pr?logo y el primer cap?tulo, publi
cados por el P. sMeersseman; y a' juzgar por lo que en ellos
se dice y por la idea matriz que parece va a desarrollarse e?
el libro, no solamente va dirigido contra los malos: m?dicos
sino que en principio repudia tambi?n, a los buenos, ya que,
apoy?ndose en las 'doctrinas de Galeno, Hip?crates y Rasis,
se establece como axioma fundamental que la naturaleza se
basta a s? misma para expeler la enfermedad y no necesita de
m?dico. Si la enfermedad se apodera del organismo y ?ste es
d?bil, sucumbir? sin remedio; y si por, el contrario el orga
nismo es fuerte, no 'prevalecer? la enfermedad. Y seg?n esto,
poco o nada les queda que hacer a los m?dicos con los en
fermas, y se puede prescindir de ellos f?cilmente. Dejar a la
naturaleza que obre por su cuenta y todo est? arreglado.
Hasta el a?o 1343 permaneci? ' probablemente nuestro