BOLET?N DE LA REAL 'ACADEMIA GALLEGA 423
CAPITULO III
EXIMIO POETA
Al hablar en el cap?tulo pasado de las c?ntigas de amor de
Airas Nunes, dej? de mencionar algunas coincidentes en el
tema de las registradas; otras que el autor compuso, no lle
garon,a nosotros, bien por perderse los originales, bien'por
I que en las sucesivas copias del c?dice vaticano; los ama
nuenses no procedieron con la escrupulosidad debida,y se
guramente omitieron composiciones de otros c?dices.
` El peque?o grupo de las poes?as que de ?l se conservan,
no guarda proporci?n con la abundancia que de ellas com
puso, seg?n testimonio suyo
e fazo cantares en mil maneiras.
(C. V. 456).
Lo mismo hab?a dicho el regocijado Juan Ruiz, Arcipres
. te de Hita, quien llenar?a ?di?s priegos? con las danzas, tro
leras, burlas 'y cazurrer?as, que para todos hab?a compuesto:
Con las poes?as conservadas de Airas Nunes formamos
dos grupos definidos: alas amorosas y las no amorosas, pre
valeciendo en estas ?ltimas un sentido de moralidad y car?c
ter censorial, muy en consonancia con el estado clerical del
autor. Las relaciones doctrinales y po?ticas que ?l sostuvo
con otros poetas contempor?neos ser?n objeto de estudio en '
el cap?tulo siguiente. Murgu?a quiere colocar a nuestro poeta
compostelano entre los de solera m?s antigua en la l?rica ga
llega, despu?s de Payba; mientras otros lo colocan al par de
Bernal de Bonaval, el m?s viejo segrel de obra conocida.
A pesar de su obra y de su importancia, nos parece algo
extra?o que Airas Nunes salga intacto de las acometidas per
sonales de sus coet?neos. Quiz? se deba a que no era de la
a: baja condici?n de muchos de ellos y a que supo mantener :su
1 personalidad e influencia de poeta cortesano, seguidor de re
yes y obispos. El mismo insiste en su condici?n de trovador,
y su cultura y viajes le dieron aureola de personaje.
De muchos poetas de los Cancioneros no sabemos ? qu?