BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 289
sicos extranjeros. Claro est?, se?ores, que no es de esperar
les dispense rango superior; sin embargo, hallamos en sus
afirmaciones una de maciza rotundidez ? que dice; ?No hay
idioma alguno que no, necesite del subsidio de otro, porque
ninguno tiene voces para todo? (1) ; o lo que es igual, todos
los moldes literarios, en que se vac?en las ideas son imperfec
tos para imprimirles la debida expresi?n, necesitando, por
ende, relativo contracambio de palabras, unos de otros.
He aqu?, pues, un tema que s? ramifica en varios m?s
dentro de la base de entronque .,de la necesidad o convenien
cia de conocer los idiomas extranjeros para realzar y comple
tar el propio. Que el P. Feij?o deb?a estar conforme en ello,
no cabe la menor duda; mas no por eso pudo librarse de ser
tachado de poco partidario de tan importante veh?culo de ?
compenetraci?n internacional cient?ficoliteraria. Su propio
bi?grafo, de la edici?n de 1773, se cree (pp. XIXXX) en el
deber de disculparlo por haber disuadido a uno de sus con
sultores del estudio de la lengua griega, no obstante haber
?sta acrecentado fabulosamente el progreso cient?ficolitera ` .
rio de Espa?a.
Por su parte, el monje de Casdemiro, que no oculta nunca
el pensamiento, exponi?ndonos los motivos que a ?l le movie
ron a desistir del estudio del griego, nos dice: ?El primero
fu? parecerme que el tiempo que expendiese en ?sa tarea, po
dr?a emplearse en otros estudios m?s ?tiles. El segundo, con .
siderar que, sin m?s escuela que la de los libros, no podr?a
adquirir sino una inteligencia muy imperfecta de la lengua...
El tercer motivo porque me retir? del estudio de esta len .
gua, fu? considerarla de: muy corta importancia in re li
teraria? . (2)?.
No es, sin embargo, que el P. Feij?o desprecie ni tenga
en poco el conocimiento de las lenguas extranjeras y menos
aun el griego. Fu? ?l, precisamente, quien dej? escrito: ? el
estudio de la lengua griega puede producir considerables uti
lidades literarias? (3). S?lo que, en el despacho de la consul
ta a que aludimos, no se, trataba de la importancia del griego
(1) Cartas, t. I, p. 321.
(2) Cartas, t. V, pp. 434436.
? (3) Ibid., p. 466.