Dolettn tte la Real ylcademia Gallega g
rindi? tierno, fervoroso y obsequioso culto bajo la advocaci?n de
N?esta'Seniora la Virgen de la Oliveira, quo se venera devotamente
en su tierra natal de Ribadavia.
Por no ser oneroso al convento de la Minerva, donde viv?a,
acept? una pensi?n quo le asign? el rey cat?lico Felipe III. En los
postrcros a?os de s? preciosa vida, prob?le Dios con la p?rdida de
la vista, prueba que soport? el P. Lemos con ejemplar resignaci?n
cristiana, y le proporcion? m?s tiempo para ?ncomendarse a Dios,
redoblar e intensificar sus pr?cticas piadosas y disponerse as? a una'
muerte preciosa a los ojos de Dios, cual la fu? suya acaecida en el' '
convento de la Minerva, el 23 de Agosto de 1629, a los 79 a?os de
edad. El pueblo de Roma que le ten?a por santo, en cuanto se en
t t?r? de su muerte, acudi? presuroso a visitar sus despoj?s` morta
les; y se llev?, cual preciadas, reliquias, parte de sus vestidos, a
pesar ` de que los rcligiosos que velaban su cad?vcr, se opon?an a
quo se le 'quitaso nada del h?bito que ten?a puesto. Por las altas
virtudes de que di? ejemplo en vida el P. Lemos y por la grande
fama de santidad con que muri?, se hizo acreedor a que nuestra
santa madre la Iglesia Cat?lica le honre con el glorioso t?tulo do
Venerable.
Fray Tom?s de Lemos, a diferencia de otros grandes te?logos
gallegos, tales como D. Diego de Muros, D. Pedro de Castro, el
agustino Fr. Francisco Dominguez, y los PP. dominicos Alvaro
Osorio I, Mondrag?n, Marcos Valladarcs, Antonio de Sotomayor y
elCardenal Garcia Gil, luz y ornamento del Concilio Vatican, nos
dej? muy numerosos al par quo doct?simos escritos.
I. Entre ellos descuella su magna obra titulada Panoplia
Gratiae (1), quo consta de cuatro tomos en folio.
El tomo primero est? dividido en dos panes, la primera de las
c?ales comprende seis tratados : en el primcro refiere la historia
de Pelagio y de sus errores; en el segundo pasa revista a los error
res de los maniqueos, luteranos y calvinistas contra el libre albe
dr?o y, al final de ?l, resume las opiniones de los cat?licas, pela
gianos y calvinistas sobre la fuerza de la libertad y la eficacia de
la gracia; en el tercero expone los errores de Celestio y Juliano,
(1) Defensa de la Gracia. Fu? impresa en Beziers et aflo de 1676,
costeando su impresi?n el Arzobispo Rocaberti.