? Patella de la ylcademia Gallega 145
tren de artiller?a, en sitios proporcionados para contener la inva
si?n del enemigo. Lograron de hecho su i?tento, contuvieron por un
momento el ?mpetu de los franceses, pero excediendo su cap acidad
y fuerzas la conservaci?n del puesto, volvieron luego la espalda, y
avanzando las falanges del mayor de los tiranos, se apoderaron del
pueblo y juntamente del Convento, en cuyo atrio tomaron uno de ,
aquellos cafiones, motivo de haber destrozado en tales t?rminos ?
sus haberes y utensilios, que no dejaron intacto aun lo que no po
dr?a servir. Profanaron las im?genes, destruyendo unas y desfi
gurando otras; degollaron la de Santo Tom?s, y se mofaron de al
gunas, cortando narices y orejas, y convirtiendo a otras en astillas.
En fin, para no dejar que desear a su esp?ritu sacr?lego, cubrieron
el pavimento con las formas consagradas y robaron el cop?n. No
contentos con tanta abominaci?n, persiguieron a las genies refugia
das en los monies. Sedientos de sangre humana, degollaron o
acuchillaron hasta ochocientas personas, entre las que pereci? a
impulso de los machetes el P. Presentado Fr. Domingo Barbeito,
prior de este de San Jacinto, e hijo del de Santiago. Un religioso
lego fu? igualmente asesinado con tanta inhumanidad, que causa
' horror el referirlo. As? perecieron tantas v?ctimas por ser leales a
su rey, a su patria ;y religi?n; pero no salieron de Galicia tan
inicuos opresores sin que llevasen qu? contar mientras les dure
la vida. Por lo dem?s, el Convento de San Jacinto no padeci? en
su f?brica particulares desperfectos, motivo de poderse reunir los
religiosos sin grave dificultad... El enemigo escarmentado por los
bizarros gallegos, trat? de sacudir el polvo y no volverlo a tomar. ?
Nada a?adiremos a lo dicho por el mencionado historiador,
contempor?neo a los sucesos que narra, dejando para el lector los
comentarios que sugieren.
En 1821 hall?base extinguido este Convento a consecuencia
de la ley de 25 de Octubre del a?o anterior contra los Institutos
religiosos, suprimiendo todos los conventos que no reuniesen en
su seno veinticuatro individuos ordenados in sacris, que eran
la inmensa mayor?a de ellos. Pero en 1823 fu? restablecido, mer
ced al cambio politico efectuado entonces con la intervenci?n del
duque de Angulema.
Verificada la exclaustraci?n general de los religiosos en el ailo
1835, pas? este convento por varias vicisitudes. Estuvo destinado
alg?n tiempo a oficinas militares de la Zona y Caja de Recluta;
miento; luego fu? cedido al Municipio, que lo tuvo completamen ?
te desmantelado, hasta que haoe cosa de quince o diecis?is a?os lo