José Fontenla Leal
BOLETÍN DA REAL ACADEMIA GALEGA
muy natural, por conservar en sí lo necesario, y de vital interés para el desarrollo moral é intelectual de las libertades que tiempo ha vienen solicitándose para la región gallega. Pero también es peculiar en parte de esos que se sienten inspirados de sublime abnegación para defender un ideal santo, cual es la libertad regional, abandonen aquella fe que sintieron al calor del convencimiento con que creyeron muy urgente y necesario romper las cuerdas que anudan los músculos de un pueblo, cuyos hijos se sienten débiles por el dolor para verse libres, gozando de las ordenanzas que tiempos más venturosos les brindarán días de paz y alegría. A esos precisamente, que firmes en sus propósitos de un día, se sienten desfallecidos al siguiente, perdiendo todo el ardor, toda la fe, todo el amor por aquella causa, que es la de la justicia, á esos les dedico estas mal hilvanadas líneas, para que sobrepongan á toda pueril ambición, rechazando con entereza toda acción que en sí no lleve estampado el sello de la honra regional, el bienestar y el progreso de nuestra amada Galicia.
Refírese tamén a que a acción rexional en defensa das liberdades de Galicia xa se iniciara ?con prosélitos de pasajera satisfacción? pero que non había que agardar repentinos cambios xa que os obstáculos ían ser grandes e para superalos non había máis ca traballar con constancia, tenacidade, fe inquebrantable e laborar arreo, lonxe do escepticismo. Semella, xa que logo, que había certo ambiente favorable para a acometida dunha importante empresa. No número seguinte de Galicia é cando vai aparecer o artigo de Murguía (1905), que van titular ?Diccionario de la lengua gallega. Necesidad de su formación y publicación? ?cando aparecera en La Temporada de Mondariz (16, 18IX1904) titulábase ?Necesidad de la formación y publicación de un Diccionario de la lengua gallega?. Nel, o historiador, nesa altura arquiveiro de Facenda da provincia da Coruña a piques de xubilarse, despois de recoñecer que
Por fortuna, un lenguaje usado por más de dos millones de habitantes en un extenso territorio y con una población distribuída en tal forma, que no permite en manera alguna la desaparición de nuestra lengua nacional, no hace fácil ni que esta bastardee, ni menos desparezca. Lo último que un pueblo debe perder es su idioma. Símbolo el más completo de su individualidad, no puede borrarlo sin borrar asimismo su personalidad.
Non obstante, entende que para evitar a paulatina deturpación do idioma facía falta, e de forma rápida, algo máis: un diccionario
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Nº 362