BOLETIN DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 43
Galicia se hace due?o, hasta que el obispo Cresconio, uno
de losm?s ilustres que la Iglesia de Santiago tuvo, desba
rat? sus aguerridas huestes, rehaciendo y reparando al mis
mo tiempo el antiguo Castellum Honesti, que era entonces
el m?s fuerte baluarte de las costas de Galicia. Y no fueron
estas las ?nicas incursiones normandas que nuestras costas
sufrieron.
Tambi?n los ?rabes, , a quienes la necesidad de defender
las suyas, oblig? a construir naves, llegaron con ellas en
diferentes ocasiones a Galicia, como ocurri? cuando la in
vasi?n de nuestras tierras por Almanzor, 'en el a?o 997.
Contra ,este constante peligro, desde el siglo x opuso Ga
licia un sistema defensivo apoyado principalmente en cua
tro importances fortalezas que los obispos de Compostela
armaron y . algunas de las cuales construyeron: las de Faro,
Cedofeita, la Lanzada y Oeste, sobre todo esta ?ltima, por
su acertado emplazamiento en el socorrido y peligroso paso
por el 1111a de los invasores, a los que con sus fuertes y
erguidas torres dicho hist?rico castillo, amenazaba y de
ten?a.
La de Faro, que es la Torre de H?rcules, de La Coruna,
donada con su condado y la ciudad ?fabricada? por los an
tiguos no lejos de dicho faro?, al Ap?stol Santiago y a su
,obispo don Pedro I (m?s tarde San Pedro de Mezonzo,
el ilustre autor de la Salve), por Bermudo II, en el a?o 991,
donaci?n confirmada por Alfonso V ien el 1019; el castillo
de Cedo f eita, al fondo de la r?a de Pontevedra, admirable
mente emplazado en una de las m?s empinadas colinas
cerca de dicha ciudad, de la que est? separada por el her
moso L?rez, constru?do por el mencionado obispo Sisnan
do II, y confirmada su posesi?n a la Iglesia de Santiago,
tambi?n por Alfonso V, en el mencionado aria de 1019, y
del que todav?a importantes vestigios se conservan; la de
Santa Maria de la Lanzada, constru?da tambi?n por el mis
mo prelado hacia el a?o 960, sobre los restos y vestigios
que all?, de otras ?pocas hubiese, a juzgar por lo reciente
mente hallado en su recinto, y 'de la que aun erguidos al
gunos restos se conservan; y las famosas Torres de Oeste,
el hist?rico y antiguo Castellum Honesti, de los documentos
medievales, que debi? construirse acaso sobre los restos de