222 jolelln de la Real Academia Gallega
LOS ALTARES PRIMITIVOS DEL AP?STOL SANTIAGO
(Continuaci?n)
Y no piense nadie que hago mal en traer para probar hechos del
siglo z testigos del siglo xu, porque no es ello as?, pues aunque fuesen
esos altares puestos por los disc?pulos de Santiago en el siglo i, fu?ron
hallados en el ix cuando se encontraron sus reliquias y del siglo ix al xii
no van tan largos e incontables siglos. Y aunque este escritor no dice otra
cosa sino que eso se sabe por tradici?n, los escritores de la Compostelana
aseguran que se conocen los autores de ese altar por la tradici?n de los
fieles y por los escritos de los antiguos Padres que no conocemos hoy,
pero que exist?an por lo visto en sus d?as a no ser que tachemos de falsas
sus palabras. Hab?a pues entonces, si los autores de la Compostelana no
mienten, no s?lo hombres que tal hab?an o?do a sus mayores, sino docu
mentos que afirmaban que ese altar lo hab?an levantado los disc?pulos de
Santiago al lado de sus mortales despojos. No tenemos hoy semejantes
escritos, pero eso no prueba que tampoco los hubiese entonces.
Y aunque no hubieran existido jam?s esos escritos, ni hubiera en
aquel entonces fieles que afirmasen haber aprendido eso de labios de sus
mayores, ni nada nos dijera la Compostelana y nada hubiera escrito el C?di
ce de Calixto, no ser?a menos cierto, a pesar de todo eso, que el peque?o
altar que en la cripta se conserva era un altar apost?lico. Los argumentos
que dejo aducidos prueban a mi entender de un modo evidente esa ver
dad. Fu? hallado en la cripta, entre los sepulcros de los disc?pulos de
Santiago; no pudieron evidentemente servir esas piedras para otra cosa
que para constituir un altar; cuando hizo Gelmirez sus obras en la actual
Catedral, lo coloc? debajo del altar mayor que en ella para el Ap?stol
construy?; Ital respeto le inspiraron esas toscas piedras! Es peque??simo,
como afirmaron los escritores de la Compostelana y como hoy vemos y
como deb?a ser un altar de aquellos remotos d?as, un altar apost?lico, un
altar en que se dijo misa cuando este sagrado misterio empez? a celebrar
se en el mundo, cuando era la misa, como ense?an cuantos sabios de
estas cocas tratan, incomparablemente m?s breve; cuando ni una cruz se
pon?a en el altar; cuando no se necesitaba para nada m?s amplio altar.
Es peque?o cuando precisamente debieron construirse altares peque?os.
No se hubiera constru?do jam?s un altar tan peque?o y menos para San
tiago, para el Ap?stol, ante cuyo altar tan inn?meras multitudes se pos
traron, sino hubiera sido puesto en los tiempos apost?licos. Que es a mi
?