BOLET?N DE =LA REAL 'ACADEMIA GALLEGA 29
del Lirnia ` ; Despu?s de ?l los; romanos, continuaron avanzando
hasta llegar. al. Mi?o, que debi? ser alcanzada en un, ':punto no muy
lejano al que hoy ocupa nuestra ciudad, ;pero:como las.. tribus so
metidas volv?an a ;alzarse: en armas, estorbando, las comunicaciones
e interrumpiendo los ;aprovisionamientos,:huha,necesidad de volver
a las bases de partida ,y de dar por terminada la expedici?n decas
tigo. ? Pero desde :aquel momento la Galecia, pa?s ignoto, !lejano
y misterioso quedaba:. descubierto. F . ,
S?lo en una peque?a parte de su` superficie; hab?a' sido recorri
do nuestro territorio, pero los: secretos ?tnicos de ala gente que
lo .ocupaba .no eran rya una inc?gnita,' y; los romanos,con su buen
sentido.: realista, 'de administradores y de dominadores, compren
dieron en seguida que exist?a aqu? una entidad humana idiferencia
da, dotada de fisonom?a peculiar e inconfundible y se apresuraron a
darle un nombre que la designara,' el : nombre de ? Galecia. ? Y dos
griegos, que se mov?an en la ?rbita. rom?na, Polibio y Posidonio,
sic apresuraron a descubrir su suelo, a enumerar sus r?os, a men
?ionar'sus.tribus, a ponderar su hero?smo, a. referir sus costum
bres, y estas noticias; aprovechadas por Estrabon nos proporcionan
un cuadro etnogr?fico completo; que atestigua: que ya entonces
hac?a. m?s ,de dos mil a?os, los gallegos constitu?an un pueblo. r;
Posteriormente a ? la expedici?n, del c?nsul; D?cimo Junio, 'se
verificaron los viajes mar?timos de Pabilo Licinio Craso y de Julio
C?sar;. que, debieron de andar:. navegando en', pos de las islas;.Cassi
terides sin lograr dar con ellas, y. finalmente Octavi? Augusto
acab? por someter las ?ltimas rebeld?as y por domar las postreras
resistencias. ? Y sobre el pa?s vencido los romanos trazaron sus
geom?tricas administrativas. ? Dividieron nuestra tierra en conven
tos jur?dicos, inscribieron a sus habitantes en los censos, abrieron
v?as militares, pusieron guarniciones en los lugares estrat?gicos
y exploraron en gran escala nuestros aluviones aur?feros., Gan? con
todo ello en los detalles el conocimiento de la Galecia, se supieron
los nombres de nuevos r?os, de nuevos cabos y de nuevas tribus,
pero ese conocimiento pierde en cambio humanidad, lozan?a y ori
ginal prestancia, y si en Estrabon nos encontramos con un pueblo
que vive, que respira y que afirma su existencia, en Mela, en Pli
nio y en Ptolomeo damos s?lo con un rinc?n del orbe romano, con
un pedazo del inundo cubierto por los pliegues de la toga, pero
en el que se secaron, por lo menos temporalmente, las fuentes de
la vida.