BOLET?N DE, LA REAL ACADEMIA' GALLEGA 15
de la Academia, asoci?ndonos a cuantos actos se celebren con igual
car?cter.
Una preocupaci?n nos asalta: ?qu? destino han de tener los do
cumentos y las obras de extraordinario inter?s. para Galicia que
custodiaba don C?sar en su archivo particular? . Y esta pregunta
se: nos hizo por algunos acad?micos, y ?sa misma pregunta nos for
mulamos nosotros. A satisfacer tan justo anhelo venimos reali
zando algunas gestiones. Ignoramos si en sus disposiciones testa
mentarias se habr? dispuesto algo en .tal sentido; pero de todos.'
modos tenemos el firme convencimiento que nuestro 'Archivero
Bibliotecario no consentir?a, si viviese, que el tesoro que ?l cuidaba
con toda devoci?n pudiera expatriarse a otra tierra que no sea la
suya, natal, y donde desde su sepultura su esp?ritu estar?, sin duda,
vigilante para que sus documentos, sus pergaminos y sus libros
aqu? se queden para siempre, como para siempre quedar? el. re
cuerdode sus doct?simas ense?anzas y de su intenso amor.a Galicia.
Cuando en la tarde fr?a y serena trasladamos el cad?ver de
don C?sar al cementerio de la ciudad, al inhumarlo en la tumba
de tierra por ?l ambicionada para su cuerpo, seguramente pen
sando en no perder contacto con aqu?lla a la cual ofrendara el
' m?s preciado tributo de su labor y de su afecto; despu?s de los rezos
y preces de los sacerdbtes, alzada la cruz, con los brazos abiertos,
que ofrecen consolador amparo a las almas en su ?ltimo viaje a la
eternidad, en un silencio profundo, como profundo era nuestro do
lor, en la intimidad del coraz?n comprendimos que no era s?lo un ?
hombre el que recibi? cristiana sepultura, era tambi?n un s?mbolo
aut?ntico de la tradici?n denuestro pueblo, un archivo vivo de la
Historia de Galicia.
?Descanse en paz! 1,, CASAS FERN?NDEZ.
?
?