222 BOLET?N DE 'LA ACADEMIA GALLEGA
caso ? de que en torno a la pobre capillita sin car?cter r de ?poca
?emplazada a 115 metros sobre el mar que a sus plantas brama
espumeante?, apareoen'soterr?dos, con profusi?n, trozos de' gran
des ladrillos y de tegula,, seg?n he comprobado, acus?ndonos en esa
especie de oasis del gran promontorio (constitu?do aqu?l por el
santuario, tres casitas y unas pobres tierras ' de labor), bajo los
enormes riscos que lo coronan, algunas 'construcciones de la'cul
tura romana, que no parecen tener m?s=justificaci?n en tan agres
tes y apartados lugares que la del templo primitivo.
A` =esas dos coincidencias de orden religioso y de geniesis re
mota, viene a agregarse otra; aun en su fase puramente m?tica, no
menos interesante por el lugar en que se manifiesta.`
Cerca de la cumbre, a la banda occidental del cabo y no
lejos de los"grandes acantilados,` en medico die aquella rasa .ladera
que hieren los ?ltimos rayos solares del horizonte marino, encu?n
trase un breve rellano encampecido que Haman As Figueiras, debido
a que, en efecto ?caso "extra?o en esos p?rajes inc?ltos cubiertos
s?lo de matas de tojo y brew, alejados de; las viviendas y de los
labrantfos? existe allf un grupito de achaparradas higueras' sil
vestres.
Un poco m?s arriba'de ellas brota de entre la `pe?a un pe
que??o manantial de agua denominado Fo?te da Mourn, y por
debajo die las higueras y de la camposa quo riega esa f?ente hay
escombros como de un antiguo muro die mamposteria, entre los.
cuales he observado, hace a?os, algunos restos al parecer tambi?n
de ladrillos y de tegula. Los naturales atribuyen esos vestigios
de construcciones, la fuente y las higueras a ` los moros : ?foron
dos mouros? dec?anme; a??adiendo que en el interior del pe?asco
donde fluye el agua hay un encanto, porque ?sieg?n los sencillos
campesinos en determinadas circunstanc!ias Sc oye cantar un
gallo dentro de la roca. '
Y Dolores Rubido Sandomingo, vecina del m?s eercano case
Ho, el de la Vacariza, quo falleci? all? por el 1922 a los setenta
altos de edad, manifestaba haber visto en cierta ocasi?n en el
campo de Fonte da Moura un reba?o de cabras muy hermosas,.
ajenas a la localidad, que s?bitamente desaparecieron ante su pre
sencia, sin haber'vuelto a aparecer.
Cu?ntase tambi?n en la Vacariza que en tiempos pr?ximos
vino un forastero per el lugar, invitando a una joven para que le
acompa?ase a la Fonte da Moura a fin de rescatar por medios