? BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 333
del VIII Centenario de la Fundaci?n de la Nacionalidad Por
tuguesa =Aprovecho la : ocasi?n para dirigirle mis mejores '
saludos =Pedro Teofonio Pereira = Embajador de Portugal. ?
Esta docta corporaci?n gallega prest? a la referida Ex
posici?n del Mundo Portugu?s, que se celebr? en Lisboa en
1940, y en la cual Portugal conmemor? ocho siglos de histo
ria y de independencia, la aportaci?n de una colaboraci?n
valiosa, de estudio y de experiencia, con que ha sabido en
grandecerse esta encantadora y po?tica Galicia.
En esa. Exposici?n, una vez m?s, portugueses y espa?oles,
corazones en alto, se estrecharon las manos enternecidamen
te, y en su jubileo nacional, el coraz?n generoso de Espa?a
palpit? junto al nuestro, como en los tiempos gloriosos de
los descubrimientos y navegaciones, all? en los siglos xv y xvi,
que fueron los verdaderos siglos de oro. En esa ocasi?n se ha
demostrado que si hay un Nuevo Mundo, ese Nuevo Mundo
es obra conjunta de la Pen?nsula y que el camino azul del
. Atl?ntico, que liga los dos continentes, fu? descubierto y de
limitado por las carabelas del Infante de Sagres y por las
carabelas de Col?n. La historia de los dos pa?ses, ligados por
v?nculos jur?dicos de su raza y de su fe cristiana, ha sido
siempre paralela y arm?nica como se comprueba en el refe
rido per?odo ?ureo de los descubrimientos, en que fulguran
los nombres de Vasco da Gama, Alvarez Cabral, Alfonso de
Albuquerque, Bartolom? D?az," Magallanes, Col?n, Pinz?n,'
Mart?n Alonso, Cort?s y tantos otros.
?Cu?n grato es a nuestro coraz?n de portugueses y de es
pa?oles evocar esos cuatro o cinco siglos de historia, y revi
vir figuras tan gloriosas que ?por .mares nunca dantes nave
gados? dieron mundos al mundo, llevando por todas partes,
respectivamente, las sagradas banderas de Portugal y de ?
. Espa?a!
En esas fiestas centenarias ?a las que asisti? tambi?n el
Brasil, pa?s al cual nos permitimos considerar como a nues
tro hijo?, y a bordo de la nao ?Portugal?, fondeada frente
al hist?rico monasterio de los Jer?nimos, tuvimos la impre
si?n de que embarc?bamos ?espa?oles y portugueses? para
descubrir otra vez un Nuevo Mundo. Ese mundo, sin em
bargo, no est? en los mapas como est? en las almas; no se
?