? BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA .GALLEGA 39
"Lo veo i a diario."; ;P?es isi el.retrat? es visible , en ,el estudio
de Picasso, serial de que su ,autor.no ao +tiene arrinconado ni
guardado sino en honroso lugar, donde f?cilmente :, puede ser
contemplado por los frecuentadores del taller. Adem?s, todas las
referencias convergen en atestiguar que Picasso venera ?todav?a
la memoria del ?ntimo amigo de su padre y que, lejos de ocultar
o menospredar cuanto su arte incipiente ` produjo en La Comilla,
al ' fin y al ' cab?, sus primeras obra`s?,ti lo :conserva y l? ; esti=
La amistad entre las dos familias naci? dull') hecho doloro'
f so: la dolencia de Conchita. Enferma la'ni?a, fu?,preciso reque
1 rir ! los servicios de un medico, y nada m?s natural qu? ir F en
demanda del : doctor P?rez :''Costales, qu?, sobre ser 'el "medico
popular", era vecino de los Ruiz Blasco. Don Hamlin habitaba
la casa de su propiedad, n?uner? 14 de l??c?11e de Teresa Herrera,
y esta c?sa ten?a y contin?a.! teniendo^ su fachada posterior
sobre la calle de Payo G?mez, en la que le 'c?rresponde el n?me
ro 11: frente por frente del piso ocupado por don Jose. F?cil
resulta, pues, ideducir que la enfermedad de la>ni?a se prolong?,
que las visitas del medico menudearon que la amistad establecida
por tal causa d?riv? en intilnidad... 'Y que la' comprobada ge
nerosidad de Costales debi? de tener alit una nueva manifesta
elem. Una manifestaci?n que origin? la gratitud de la familia
Ruiz Blasco y la retribuci?n de los servicios prestados a Con
chita con obras pintadas por el padre y el hermano de la en
ferma. De ahi un peque?o lienzo, representativo de unas flores,
delicadamente compuesto por don Jose. De ahi, tambi?n, las
desap?recidas tablitas de Pablo, una de las cuales no obstante,
inc consta que se halla en poder de su autor, enviada por un
/ aficionado coru??s a cambio de un reciente dibujo de Picasso.
De ah?, por Ultimo, el retrato, pintado por Picasso, de don
Ram?n...
La solicitud con que el d?ctor Costales atendi? a la ni?a no
alcanz?, sin embargo, el fruto deseado. El 10 de enero de 1895,
a las cinco de la tarde, failec?a Conchita, a los siete al1?s de
edad, "a consecuencia de una angina dift?rica" (11) Al d?a si
guiente, era enterrada en el cementerio cor???s.
La m?s terrible de las desgracias que pueden afligir a unos
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(11) Ap?ndica n?m. 2.
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