148 jolelln de la Real Academia Gallega
?xito, en la medida de sus fuerzas mucho m?s que lisonjero, que no es
posible dejar de reconocer en rigorosa justicia.'
Todos ?y no hay necesidad, ni pretendo hacer menci?n expresa de
ninguno, entre otras razones por no ofender la modestia de varios de los
que me honran con su atenci?n en este momento?, todos merecen el
aplauso y la gratitud de los que nos interesamos por la gloria y las pros
peridades de Galicia.
Pero, otros medios m?s poderosos que los trabajos aislados son
necesarios ?repito? para que nuestras comunes aspiraciones se traduz
can pronto en una hermosa realidad que nos indemnice de las amarguras
de la preterici?n, el abandono y la injusticia de que esta bella regi?n ha
sido siempre v?ctima, desde aquellos aciagos d?as en que la anarqu?a
feudal se extendi? como una sombra de muerte por todos los ?mbitos
del territorio, que no volvi? a recobrar ya jam?s su anterior y pasajera
opulencia.
En Galicia misma no nos faltan ejemplos que imitar y que nos esti
mulen en nuestros esfuerzos con la fundada esperanza de alcanzar la
apetecida meta, siempre que, a la firmeza de nuestros prop?sitos, corres
pondan los medios y los recursos de que han carecido y carecen la me
rit?sima Sociedad Arqueol?gica de Pontevedra y la no menos docta y
entusiasta Comisi?n provincial de Monumentos hist?ricos y art?sticos de
Orense, que no hay aplauso que baste a enaltecer como merecen.
Y si, desde aqu?, extendemos la vista a otras antiguas regiones del
continente, de circunstancias an?logas a las nuestras, los resultados se
nos ofrecen todav?a menos dudosos y el ?xito cada vez m?s satisfactorio y
lisonjero, ante el fruto obtenido en los pa?ses respectivos por medio de la
asociaci?n de las luces y la reuni?n de la masa de conocimientos de cada
uno de ellos, en los centros de laboriosidad y saber instituidos para el
mismo fin a que debemos conspirar nosotros, condensado en el lema de la
Academia C?ltica, de Francia: Sermoneen patrium mores que requirit.....
al que han permanecido siempre fieles las colectividades locales de la
vieja Arm?rica nacidas del impulso que imprimi? al estudio de las anti
g?edades de la naci?n vecina aquella ilustre corporaci?n, inspirada en
los' memorables trabajos de La Tourd'Auvergne, durante el breve
per?odo de su existencia.
Bajo este concepto, la instituci?n de la Academia Gallega, a cuya
solemne inauguraci?n asistimos, constituye, sin la menor duda, la base
m?s s?lida y segura del anhelado renacimiento literario de nuestra
patria.
Compuesta, ?con la sola y ?nica excepci?n de mi personalidad