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a la peninsula situada entre las r?as de la Coruna .y Bet?nzos, ha
biendo atacado ambas ciudades. Consta tambi?n que, por el a?o
1115, los sarracenos que habitaban en la costa, desde Sevilla hasta
Coimbra, acostumbraban a ejercer la pirater?a en los puertos del
Norte, cit?ndose, entre los territorios castigados, los de Pruzos y
Bezoucos. A la saz?n ejerc?a funciones de almirante en Galicia
D. Rodrigo Fr?ilaz, hermano del c?lebre conde de Traba, D. Pe
dro, y como quiera que aqu? no se constru?an m?s barcos que los
propios para la navegaci?n de cabotaje, aqu?l era impotente
para contener, con los escasos medios de que dispon?a, el ?mpetu'
de las acometidas sarracenas. Sin embargo, la suerte no nos fu?
adversa, y sobre todo desde la intervenci?n del gran obispo Gel
m?rez enviando mensajeros a Genova y Pisa para la adquisici?n
de naves de guerra, seg?n las circunstancias demandab?n.
De la ?poca ?rabe nos queda la leyenda de un episodio refe
rente al percibo del famoso tributo de las cien doncellas que los
reyes de Asturias debian entregar a los ?rabes, tributo que, aun
cuando muchos autores lo tienen como ap?crifo, no deja de reves
i tir notorios caracteres de verosimilitud (1).
Dice la leyenda en cuesti?n que el rey Mauregato hab?a com
prado la libertad de su reino comprometi?ndose a pagar a los ?ra
bes un tributo anual de cien doncellas, cincuenta nobles y otras
cincuenta de la clase popular, algunas de las cuales eran recogidas
en la torre de Bordel, o Peito de Bordel, emplazada en la parro
quia de Sarandones, del . ayuntamiento de Abegondo, en el partido
de Betanzos. En ocasi?n en que cincuenta moros se dirigian a bus
car a una de las damas nobles para encerrarla en la torre, fueron
atacados y vencidos por cinco hermanos de una de ellas, dentro
del Campo de las Higueras, que est? frente a la casa de Armuno,
lugar de la parroquia de San Juan de Lubre, en el ayuntamiento
de Bergondo, tambi?n del partido de Betanzos, rescatando as? a
la doncella, asaltando y destruyendo luego la torre y salvando a las
dem?s compa?eras de ? cautiverio. Segal tal leyenda, los cinco
hermanos, rotas las armas en la batalla, se sirvieron de ramas des
(1) D. Antonio Lopez Ferreiro, en el tomo it de su monumental
Historia de la S. A. M. 1. de Santiago de Compostela, Santiago, 1899, p?
ginas 119130, defiende la existencia del mencionado tributo. Entre otros
trabajos, es digno de registrarse aqu? El tributo de las cien doncellas, por
Luciano Cid Hermida, en el libro del mismo autor Leyendas, tradiciones
y episodios de Galicia, Coruna, 1891, p?ginas 143197.