BOLETfN DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 81
f?a hom?rica, pero al oeste del Cabo Malea, deformada por falsa
informaci?n o ignorancia, es decir, Homero deseaba saber y mu
chas veces cre?a saber; la tercera no entrev? ning?n mundo co
nocido, estamos en la zona de los Miirchen, de los cuentos po
pulares de enorme antig?edad, cuentos de . hadas como Circe;
monstruos como Polifemo, un ?Never, never, never land? que
tiene algo de La Tempestad y algo de las imaginaciones de
Walt Disney ?entre los modernos?. Cuando no hay cartas
marinas todo resulta un tanto Sue?o de una noche de verano,
un tanto Zauberberg. Piensen que C?sar todav?a se imaginaba,
Britania extendida de este a oeste en el flanco de Europa, una
especie de Eubea. Reflexionen que, si la composici?n de la
Il?ada es m?s bien rectil?nea y sencilla, la Odisea est? concebida
en m?ltiples pianos y es tan compleja como una gran novela
moderna. Hay mucho Punto y Contrapunto, mucha ambivalencia
y cabos sueltos, mucho A la Recherche du Temps Perdu, l?rica
de otro mundo, visiones y voces angelicas y diab?licas... poes?a
soberanamente augusta.
De lo que no se puede dudar es de la intenci?n de crear una
realidad geogr?fica. Cuando Nestor cuenta en Pilos a Tel?maco
su . regreso de Troya le dice: ?Menelao nos encontr? en Lesbos
mientras deliber?bamos si 'pasar?amos por encima de la esca
brosa Quios hacia Psar?, dej?ndola a babor, o por debate', a lo
largo del ventoso Mimas. Suplicamos serial divina y recibimos
orden de atravesar hacia Eubea directos, llegando por la noche
a Gereste en Eubea? (Od. III 1705). Pues bien, esto es tan
?realista? que en el siglo XVIII el viajero ingl?s Robert Wood,
que escribi? un Esay on the original Genius of Homer hacia
1767 y verti? su gran experiencia de viajero y marino en su
interpretaci?n de Homero, cuenta c?mo en su presencia en 1742
unos capitanes estaban discutiendo lo mismo que Nestor, Mene
lao y Diomedes sobre si conven?a m?s circumnavegar Quios
desde ?arriba? o desde ?abajo?, es decir, si era preferible, de
jando Psar? a babor, atravesar directamente el sudoeste hacia
Eubea o costear, atravesando por el puente de las islas (Amor
gos, Naxos, etc.), enorme vuelta, en vez del directo de Tenedos
a Eubea. Y no es este el ?nico caso de conocimiento especiali
zado. Hay, que distinguir, por lo tanto, las aventuras lejanas y
fant?sticas, que cuenta el h?roe lleno de recursos a los fe?cios,