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:.' TOdos los libros ; "de. una ? regular' bibliot?ca fueron ' arro jados. a
la calle; los objetos del archivo, con papeles'y'doc?mentos inter?
sant?simos, como los originales de fundaciones y obras p?as fueron
past?=`de,las llamas; muebles, ropas, alhajas, enseres, provisiones
de granos, vino, came, aceite y pescado, todo desapareci? igual
mente. 4
La iglesia la convirtieron en cuadra para sus caballos y coci?a
para sus. ranchos. Martinez Santiso, en su Historia de. Betanzos,
dice que?abrieron las sepulturas y en ellas y en los altares dieron`
de comer a los caballos ? .
Quemaron el hermoso retablo de: San Ildefonso, dejando su
imagen, con la de la Virgen Sant?sima,'tendidas por el suelo, en
adem?n de vestir ?sta a aqu?lla su casulla. ' Luego incendiaron la
del beato Sebasti?n Aparicio, despu?s de maltratar a sablazos su
efigie. La imagen de San Francisco, obra del gran escultor Fe
rreira, colocada en una carroza en el segundo cuerpo del altar
mayor,. fu? acribillada a bal?zos y despu?s quemada. Practicaron
lo mismo con la hermosa y corpulenta escultura de San Bernardo
de Sena, obra del citado escultor Ferreiro, puesta en uno de los cos
tados del altar mayor. Hicieron arder, adem?s, las im?genes de
San Benito de Palermo y de la Virgen de dos Dolores; pero en ?sta
se advirti? la particular circunstancia de que cuando se supon?a
que hab?a sido reducida a cenizas en medio de las llamas, se la ha
visto despu?s su cabeza entera, sus manos sin considerable lesi?n
y todo su cuerpo sin se?ales de mayor efecto. Tambi?n se, ?trevie
ron con un grupo escult?rico que representaba la ?ltima cena; al
Cristo le quebrantaron las piernas e hicieron desaparecer a sus
Ap?stoles, presumi?ndose que los habr?n tirado a la calle, piles
que, al cabo de unos d?as, se hallaron unos sin brazos, otros divi
didas las : cabezas: y todos muy ,imp?amente maltratados.
Un antiguo y grande Organ() de veinte y siete . registros fu? des
hecho y robados todos sus materiales. Tambi?n se rob? una l?m
para de plata que alumbraba en la capilla mayor.
Una puerta de hierro que aseguraba con tres Haves el dep?sito
gallegos. Los Franciscanos de Galicia en la Guerra de la Independencia
(Santiago, 1912), dos curiosas relaciones de los destrozos y atropellos co
metidos por los franceses en el convento de San Francisco de Betanzos,
p?ginas 148154, una del cronista relatada por un testigo y a la par v?cti
ma de aquellos desmanes, y la otra del guardi?n de aquel convento en
1832; Fray Francisco, Fern?ndez.