EL P. FEIJOO FRENTE A MAQuiAvELo 81
nuestra conciencia que estamos defendiendo una aut?nticafal
sedad. Adem?s, el falsario comete una doble culpa, pues no s?lo
da?a a sus semejantes, sino que con tan ordinaria bellaquer?a
se corrompe y envilece. Unamuno dec?a que "mejor es un error,
en el que se cree, que una realidad en la que no se cree. No el
error, sino la mentira, mata el alma".
Veamos ahora cuales eran las posiciones maquiav?lica y fei
joniana ante la utilidad de la mentira ".
Maquiavelo al referirse al fingimiento en el pr?ncipe, nos dice
lo que sigue:
Todo el mundo sabe cuan laudable es que el pr?ncipe pre
fiera la lealtad a la falacia. Sin embargo, la experiencia de nues
, (ros tiempos prueba que los pr?ncipes a quienes se ha visto hacer
grandes cosas tuvieran poco en cuenta la fe jurada, procurando
atentamente enga?ar a los hombres y consiguiendo al fin do
cipe ser fiel a su promesa cuando esa fidelidad le perjudica y han
desaparecido las causas que le hicieron prometerla. Si todos los
hombres fueran buenos no lo ser?a este proyecto, pero como son
malos y no ser?an leales contigo, t? tampoco debes serlo con
ellos. Jam?s faltar?n a un pr?ncipe argumentos para disculpar
el incumplimiento de sus promesas. Pero es indispensable dis
frazar bien las cosas y ser maestro en fingimiento, aunque los
hombres son tan c?ndidos y sumisos a las necesidades del mo
mento que quien enga?e, encontrar? siempre quien se deje
enga?ar.
En otro de sus trabajos afirma que "aunque el enga?o sea en
todo lo dem?s, reprensible, en la guerra es cosa laudable y digna
de elogio, y lo mismo se alaba a quien por medio de ?l vence al
enemigo que a quien lo rechazara por la fuerza" j5.
Nn cabe duda que Maquiavelo con este tipo de pol?tica s?r
dida y de doblez, cre? un tipo de escuela moral para estadistas
mendaces, c?nicos y protervos. En muchos de ellos es f?cil per
cibir la honda huella que dejaron las inescrupulosas m?ximas
t? El buen juicio de nuestros lectores, comprender? bien a qu? tipo de men
nas referimos, cuando condenamos sus estragos. La mentira venial e ino
1 e110 est? dentro de estos rudimentos discursivos; para nuestro tratamiento,
n este cazo
h:stt,, e es la mentira grave y operante, la que por su trascender en la vida
1 13 ", L ausa m?s hondos y perdurables efectos.
QUIL. "Discursos sobre las d?cadas de Tito Livio".
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