102 iolettn de la Real ylcademia Gallega
yo;les.,invito a que, como quien lleva .a:cabo una obra religiosa, recojan
lo 'que aun queda vivo de aquel fecund? pasado, de aquella vida mara '
,villosa, de. aquel tesoro inagotable de poes?a y de tradiciones que no
debieran haberse olvidado nunca; en ellas est? 'encerrada el alma de
nuestro pueblo. ?
? Por lo dem?s, pensar que gente culta como r la nuestra, pudo vivir
ajena a todo .comercio intelectual y envuelta en las sombras que la
rodeaban, permanecer como . olvidada de s? misma y de s? propio cora
z?n, es un verdadero absurdo, m?s a?n, ,una impiedad que. castiga el
cielo; pues para ?ste, los humildes suman m?s que los poderosos de la
tierra. Y aun sucede a veces que el alma de las' multitudes se presenta
mejor, orientada, en cuanto a sus .intereses se refiere, que la de, los que
:se creen sus gu?as y defensores. ,
De todos modos, puede asegurarse, que aun en medio de ; la trist?si
ma soledad y abatimiento en que se vieron encerradas las clases agr?co
las del pa?s, sobre todo ; durante el amargo, siglo xvii, ?que fu? el de
su mayor y m?s doloroso martirio?, se vivi? por ac?, como no . pod?a
ser menos, la ,vida activa de la inteligencia. En manera alguna ces? en
los rangos ilustrados,: ni el amor a la producci?n po?tica genuinamente
gallega,, ni el uso en ella del : idioma que entre nosotros .le. era propio.
Porque no se conozcan ni los nombres ni las obras, ; ?quiere acaso decir
esto que nuestros antepasados no se hayan; complacido en producirlas y'
.conservarlas??. Uno' de los m?s,grandes.poetas gallegos, y el primero en
,quese advierte la profunda separaci?n de la producci?n po?ticagallega
:y la extra?a, ,indicando dos sentimientos distintos, nuestro , Ger?nimo
,Berm?dez, se disculpaba a' ?ltimos del siglo XVI, de no poder expresar
,se 'bien en castellano, por serle connatural el gallego. ?Mejor, dir?a, si
indicase que porque eran distintas las inspiraciones y su manifestaci?n!
Pero sea como quiera, en su tiempo casi, su conterr?neo Pedro V?zquez
de. Neyra dejaba. una prueba de' su estimaci?n por el habla, natal y de su
estro como poeta, en el hermoso soneto' a la muerte de la reina do?a
Margarita de Austria (1612), que por. fortuna conservamos. Ya es im
posible decir lo mismo del poema titulado Erodiada, en el: cual, y por
.aquellos mismos d?as, el abad Berm?dez Aspay consign?, las ; m?s
curiosas noticias: geneal?gicas referentes a las casas solariegas de Gali
cia, en las cuales se ocupaba:' Es dolorosa su p?rdida por todos, concep
tos, y lo mismo hubiera sucedido, al famoso cura Torrado, que defendi?
en las regocijadas d?cimas que, empiezan
Santo da barba dourada.
Vello honrado, meu patr?n, etc., . ;
?