Dolettn de la Real 5&cademia 6allega 81
referente al pasaje citado, es coet?neo, seg?n yo pienso, del que he des
erito m?s arriba existente en la iglesia de Cereijo, y del relieve que
orna el t?mpano de una ventana rom?nica, y que se conserva en la Ca
tedral de Santiago ? la cual pertenec?a aquella. Ya tenemos cuatro
nionumentos, dos escult?ricos y dos pict?ricos ejecutados en la duod?
cima centuria, por artista extranjero y en el extranjero uno de. ellos.
Son dichos monumentos, el relieve de Cereijo; la miniatura del tumbo
A del archivo de la Catedral compostelana, que representa el deseubri
miento de los sepulcros del Ap?stol y de sus dos discipulos; la miniatura
del C?diee Calixtino figurando la Aparici?n de Santiago ? Carlo Magno;
y el relieve del t?mpano de la ventana rom?nica que nos muestra al
Ap?stol ? caballo acuchillando morns en Clavijo.
Pero ? Italia corresponde el honor de poseer una serie de frescos,
en los que se ha representado lo m?s saliente de la leyenda de Santia
go, y que dichos frescos sean al propio tiempo, monurnentos del arte
pict?rico de los d?as enlos cuales comenzaba ? resplandecer el arte,
bajo los auspicios de aquella pleyade de pintores que con Cimabue, Gio
tto, y Arnolfo del Cambio, prepararon la floraci?n del renacimiento~
pintando los muros de la basilica de Asis, los de la Paduana, los pri
meros frescos del cementerio de Pisa, etc.
En la capilla de San Felice de la citada basilica de P?dua, existen
varios frescos que el historiador del arte italiano, Venturi, ha descrito,
y que los cr?ticos atribuyen al bolo??s Altichiero da Zevio y a Jacopo
d'Avanzo (mediados del siglo xLv). Entre dichos frescos, dedicados
t?dos ellos ? representar distintos pasajes de la .leyenda jac?bea, figura
uno que describe la lucha del Santo con el m?jico Herm?jenes, la
muerte del Ap?stol y la traslaci?n de sus restos. Pero los m?s impor
tantes y que han motivado discusiones entre los cr?ticos, son dos. Re
presenta uno el sue?o del rey Rarniro I, ? quien se le aparece Santiago
y le anuncia su victoria sobre los moros, pues el rnismo combatir? en
primera fila; en otra parte del fresco, se ve al rey en su trono, refirien
do ? sus capitanes la visi?n que ha tenido. Al lado de este fresco h?
ilase el otro en el cual se mira, prolijamente representada, la batalla.
bajo los muros de Clavijo. A la derecha figurase una carga de la caba
ller?a: soldados con lanzas y escudos, enemigos tendidos entierr?, etc.;
a la izquierda vese la tienda del rey y sus caballeros que avanzan hacia
el grueso del combate en donde puesto de. rodillas y cubierto con una
armadura dorada, reza el buen Don Ramiro. Sobre las m?rallas de
Clavijo aparece Santiago derrib?ndolas con s? bordon.
Jeanne Cu?nod cree que estos dos frescos representan la aparici?n