BOLET?Ni DE LA ACADEMIA' GALLEGA 21
Hubo, pues, que sofocar la rebeli?n, y a tal fin vino a Galicia
D. Ladr?n de Guevara, general de la armada real, quien bati? a
Pardo de Cela en Vivero y al conde de Cami?a en Pontevedra,. con
tando entre los que al lado suyo peleaban por los reyes de Cas
tilla, a Diego de 'Andrade.
Atac? el de Guevara por mar a Vivero, y a la vez lo hizo el de
Andrade, por, tierra, quien embisti? a Pardo de Cela y a sus gentes
gritando: ?Pedro,Pardo, Pedro Pardo!, ? hab?is de dejar Vivero al
rey! Y, en efecto, el mariscal vi?se en la precisi?n de abandonar
aquella villa y puerto.
No con tanto entusiasmo acudi? el de Andrade al asalto de
Pontevedra, que estaba por el conde de Camiria. Al fin ?ste y el de
Andracle, eran grandes amigos, mientras que con Pardo de Cela
la enemistad ven?a ya de atr?s. Bien lo expresa da Ponte, al decir
que requerido para ello el de Andrade por D. Ladr?n de Guevara,
?como vasallo leal obedeci?, aunque por otra parte le pesaba, por
ser el conde D. Pedro su amigo?. Y prosigue luego el mismo cro
nista: ?Pas?banse los d?as en vago por los cercadores, que no fa
e?an forza ninguna al conde D. Pedro, y fu? fama que el arzobis ? .
po y el conde de Monterrey falaron a D. Ladr?n de Guevara que
si quer?a poner por obra, lo que buscaba, que prendiese al se?or
Diego de Andrada y al conde D. Lope y al mariscal Suero G?mez.
y no s? si por esto o si por al, D. Ladr?n los convid? que fuesen
con ?l a comer un jantar a su nao, y ellos otorg?ronle'el convite,,
y cuando quisieron embarcar, lleg? Martiz de B?rbeira, y mir? y
vido las sillas cubiertas de seda y los almohadones lo misino, y los
remadores todos muy gentiles hombres y muy ataviados, na ten?an
semillas de remadores. D?joles entonces Garc?a llartiz: Y vos
otros para d?nde is? Guardaos que no den con vosotros ahora en
Vizcaya, y si vos entregan al rey, grandes contar hab?is de dar.
Dij?ronlle ellos: De lotos sale algunas veces 'con siso. Respondi?les
?l: Juro a Dios que vosotros lo sois m?s que yo. Y todos hablaron
con buen ?nimo, y as? no quisieron ir a la nao. A ?stos el conde
D. Pedro no les mandaba tirar, porque sab?a que ven?an da mala
gana ? cerco y sab?a' que no le quer?an mal, y los unos y los
otros, viendo que no pod?an hacer mal al conde D. Pedro, alzaran
todos el real, fu?ronse, y as? qued? el conde D. 'Pedro con su
honra? (1).
(1) Op. cit., Casa de Sotomayor.
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