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20 BOLET?N DE LA ACADEMIA GALLEGA
VIII
El estado de anarqu?a era general en el pa?s gallego al pose
sionarse del trono de Castilla los Reyes Cat?licos.
Algunos ejemplos quedan ya referidos de las turbulencias
que ensangrentaban el suelo de Galicia, de ordinario por los mo
tivos m?s nimios. Otro' caso relataremos todav?a, en atenci?n 'a
haber tomado parte en ?l ?Diego de Andrade. Como Fern?n D?az
de Ribadeneira pretendiera fortificar su casa de Sobrado de Aguiar,
? das leguas al norte de Lugo, tom?lo a mal el conde de Demos, por
lo. que el de Ribadeneira requiri? el auxilio de varios caballeros.
En su ayuda vinieron ?stos; cont?ndose entre ellos Pardo de Cela,
y lograron reunirse as? unas cien lanzas y cinco mil peones. En
aquella ocasi?n Pedro Pardo fu?, preso por un yerno suyo, y al
verse as? suplic? que se le pusiera en poder de Diego de Andrade,
por no fiarse de ning?n otro, pues aun siendo ambos grandes ene
migos, bien conoc?a Pardo de Cela la caballerosidad de aqu?l. A
pesar de. tanto aparato guerrero, no, llegaron Unos y otros a irse a
las'manos; pero ello harto demuestra la escasa tranquilidad de
que entonces se pod?a disfrutar en Galicia.
Estaba reservado a los Reyes Cat?licos ,pacificar el pa?s, pero
antes ten?an que someter a sus levantiscos se?ores, y la empresa
no se ofrec?a nada f?cil. Por de pronto, nuevos disturbios surgie
ron en cuanto se declar? a Isabel heredera de Enrique IV, pues
si bien las magnates gallegos la reconocieron como soberana con
m?s o menos frialdad, hab?a la excepci?n del conde de Camina
Pedro Alvarez de Sotomayor, quien manten?a la bandera de la
rebeli?n en tierras de Pontevedra, sosteniendo los derechos de la
hija del 'rey difunto D.a Juana la Beltraneja, a la que apoyaba
tambi?n el rey de Portugal Alfonso V, y se declarara asimismo re
. belde en tierras de Lugo el mariscal Pardp de Cela, a quien err?
neamente se le supone partidario de la princesa D.a Juana, con ol
vido de algunos hechos que contradicen tal actitud, como el haber
acudido el mariscal al cerco de Pontevedra en contra del dei Cu
miga, ?nico decidido partidario que tuvo aqu?, la Beltraneja (1).
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(1) Todo lo que ata?e a Pardo de Cela ha sido tratado con harta
ligereza por diversos escritores, para quienes parecen estar de m?s las in
vestigaciones serias, como, en lo que a este punto se refiere, las del ilustre
VILLAAIIIIE Y CASTRO, Vid, el estudio de este autor, El Mariscal Pardo de
Cela, publicado en Galicia Hist?rica, tomo I, p?ginas 8398 y 147163.