256 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
y palpita la afloraci?n de nuestras lenguas peninsulares roman
ces Sirva de ejemplo el sebaratus,'separados, para`formarse
una idea de esta evoluci?n lento, aqu? iniciada en forma .gr?fica
para nosotros:
"La nomenclatura topon?mica galaica se halla a?n del todo
inexplorada, y no contamos .conest?dios un poco serios capaces
de guiarnos .en materia tan apta para , las m?s ingeniosas y fa
laces invenciones y en terreno tan inseguro que nila etimolog?a
del nombre de Lugo, que an claro parece, se halla libre de'
controversia.
P?seen las voces topon?micas notable vitalidad morfol?gica`
y sem?ntica y sus c?mbios, bajo tales aspectos; suelen ser m.uy
lentos y elaborados por via popular. Dicciones ya desapareci
das del habla viva usuaI se conservan, a menudo, bajo forrnas
muy `.arcaicas, como . nombres delocalidades; documentos de
respetable antig?edad las registran con frecuencia en la misma
forma de boy o en formas de que las actuales son transforma
ci?n normal. De ah? su alta s?gn?ficaci?n' filol?gica e hist?rica
y la raz?n de que con tan m.arcada diligencia se busquen y ana
licen en Ias investigaciones acerca de la filiaci?n, afinidades y
evoluci?n de las lenguas, . y sobre vicisitudes de pueblos y razas.
El nombre propio de' un individuo perdura por siglos en el del
poblado de que fue fundador. Puede haberse desvanecido sin
dejar rastro apreciable la cosa, el accidente o el s?ceso que haya
dado nombre a una localidad, ? persistir, sin embargo, esie
nombre como testimonio vivo de aquella existencia pret?rita.".
As?, las nurnerosas aldeas de la, provincia denominadas Mos
teiro, Castelo,".11ospiial, Ierm?da, Ferrer?a, 'A.bad?a, Freiria, Ei
resin, o las que Haman Castro dos Freires, Fonte dos Freires,
Sebe de Abades, s?lo a la existencia en ellas de tales estableci
mientos, edificios o colectividades pueden deber el nombre. Del
dominio de .Ios . caballeros templarios en las comarcas de Cer
vantes y del Cebrero quedan en in toponimia los curiosos nom
bres de Castro de Frades y Temple, sin que de aquellos monas
teriosfortalezas se descubran boy en estos parajes m?s que al
gunos dudosos cimientos. Sabido es que antes de fijarse en
Mondo?edo, lo estuvo en la inmediata parroquia de Breto?a,
municipio de Pastoriza, in silla episcopal mindoniense; ning?n
vestigio material queda del hecho, m?s harto significativo es el