300 $oletfn de la Real Academia Gallega
fantasia y atenerse a la serena contemplaci?n de la realidad, no
ciertamente exenta de belleza.
H?blese, pues, del fant?stico cabirismo, o v?ase al exaltado fer
vor de los primeros cristianos buscando en las asperezas de Ca
aveiro una reproducci?n de la santa monta?a del G?lgota, siempre
para nosotros tendr? m?s valor la fuerza imponente y avasalladora
del paisaje, la extra?a topograf?a del lugar, dejando su huella im
perecedera en el vocablo inventado para designarle.
II
Nada cierto se sabe sobre la primitiva fundaci?n de Caaveiro.
Descartados sus or?genes paganos en que se entretienen algu
nos historiadores, sin raz?n alguna en que apoyarse, cabe pensar
que haya sido una de las humildes ermitas erigidas por los cris
tianos de los primeros siglos, quienes prefer?an los lugares aparta
dos, de dif?cil acceso, para sentirse menos en contacto con el mundo
y darse as? mejor a la vida contemplativa, de incesante aspiraci?n
ultraterrena.
Esto, sin embargo, no pasa de ser una mera presunci?n. Lo
que se cree generalmente es que en la Edad Media estuvo poblado
por los monjes de la Orden de San Benito.
? Fueron ?stos sus fundadores? ? Cu?ndo se establecieron all??
No es posible contestar concretamente.
Quiz? se deba a dichos monies la fundaci?n de Caaveiro, en
cuyo caso no puede ser anterior al siglo vi, ?poca desde la que se
extendieron aqu?llos considerablemente, llegando a levantar en
Galicia muy import?ntes casas religiosas.
La noticia m?s antigua, concreta, de fecha determinada, que
se conoce relativa a Caaveiro nos dice que en el a?o 930 resid?an
en aquellas soledades el abad Exum con los monjes Velasco, Fru
gulfo y Astrupidio.
Seis a?os m?s tarde, o sea en el de 936, aparece San Rosendo,
en uni?n con el obispo de Lugo D. Ero, los abades Rodrigo y Ana
gildo y el cl?rigo Sisnaldo haciendo una importante donaci?n, en
las personas de dichos religiosos, al cenobio de Caaveiro (1).
?Donan cortinas, vestiduras, misteria, que ser?an cajas para
guardar las Sagradas Formas, cruces, c?lices y coronas de plata,
(1) Se inserta este documento, del que existe una copia del si
glo xII en la iglesia de Soaserra, en el ap?ndice flamer() LVI del tomo II
de la Historia de la S. A. M. Iglesia de Santiago de Compostela, por AN
TONIO LOPEZ FERREIRO.