Bolet?n de la Real Academia Gallega 2511=
tup? el renc?r la envidia en los del triunfo., As? se vi6que el lirimer
ministerio liberal fu?='derrotado, no= por el rey 'y su camarilla, sin? por.
laiintemperancia de los que se, titulaban 'sus amigos, por los clubs(y por
los periodistas que m?s. blasonaban de defender la libertad.
Iniciada as? la descomposici?n, la anarqu?a rein? en el campo liberal'
tomando proporciones aterradoras las rivalidades. La prensa reaccionaria
utiliz? admirablemente ese desorden y llev? la tea de la discordia a la
prensa constitucional que se combat?a con m?s sa?a que la empleada'
contra sus eternos enemigos.
A las provocaciones de unos, suced?an las de los otros: a los 'denues
tos y frases de dudoso gusto, el vocabulario m?s soez. Discusiones tan'
violentas y antiliberales agrandaron el conflicto.
Hizose as? factible que el esp?ritu reaccionario, encubierto con el di
la propia conservaci?n, ganase casi toda la pen?nsula.. Peri?dico, liberal
hubo que, excitando continuamente al Gobierno, a las. Cortes, a las;
Tertulias patri?ticas y a las multitudes, propon?a tomar contra sus ene
migos tan terribles . medidas que hizo sublevar ' a todas las conciencias.
Deportaciones arbitrarias, destierros, procesos infamantes, secuestro de
bienes y personas y otros actos inconcebibles, eran proclamados por do:'
quier, cual si lo exigiera la salvaci?n de la patria en peligro.
No faltaron ciudades en Espa?a, donde los exaltados apelaron a tales
procedimientos, y esto, unido a otras causas de pol?tica exterior, hizo
viable ?y hasta deseada?, la intervenci?n francesa de 1823. Los libe
rales con sus discordias fueron causa eficiente del retroceso de la libertad
en Espa?a, que tanta sangre y tanto sacrificio hab?a de volver a ocasionar.
en su reconquista.
III
El esp?ritu marcadamente liberal de los coru?eses, los incesantes
trabajos de las logias, de gran influencia entonces en la poblaci?n y en
las tropas que la guarnec?an,, y el natural horror que causaban las perse
cuciones contra los liberales gallegos, fueron los promovedores de las
continuas tentativas que en la Coru?a estallaron en sentido constitucional ?
y que, preparadas de antemano y detenidas moment?neamente, pudieran
haber hecho cambiar m?s antes la marcha de la pol?tica espa?ola de no
haber mediado la traici?n cuando se intentaron.
Los liberales gallegos, unos desde el destierro y otros detenidos en
el castillo de San Ant?n de la Coru?a, no se desalentaban y segu?an en
tendi?ndose con sus parciales de la ciudad y de toda Galicia para derrocar
un r?gimen opresor y depresivo.