BOLnT?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 151
Con .asiduidad asist?an ..MIurgu?a, Pondal, Martinez ;Salazar,.
Florencio Vaanionde, Galo Salinas, Eladio Rodriguez .Gonzalez,
Salvador Golpe, Francisco Tettamancy, Manuel Banet Fonten
la, Evaristo. Martelo y, Pauman del Nero, Avelino Barbeit?, Pe
rez Costales, Moreno Barc?a, P?rez Ballesteros, Rey Escariz, Vi
cente Carnota, Jose Baldomir, Manuel Lugris Freire, etc. Algu
na vez la tertulia se vi? distinguida con la presencia de escrito
ras :, Emilia Pardo Baz?n, ;Sofia: Casanova v Filomena Dato Mu
ruais forinaron parte de ella. .
Para seguir rese?ando cont?rtulios habr?a que agotar la lista
de la intelectualidad gallega de entonces, que sabedora de la im
portancia. de la, "Cueva c?ltica", de los verdaderos fines que .la.
orientaban, y de la absoluta neutralidad que la presidia, acu
d?an a tratar los temas de Galicia y sus intereses de todo orden
con exclusi?n de debates . pol?ticos, religiosos o sociales, lo q?e
hac?a posible el di?logo entre creyentes e incr?dulos, entre re
publicanos y ?n?n?rquicos,: entre tradicionalistas y liberales.
Bien que no hubiese sido designada junta : directiva, alguna
de tal grupo y aunque se acataba una presidencia otorg?da ta
citamente a Manuel Murgia, lo cierto es que por raz?n natural
el nexo de la xeuni?n, el elemento aglutinante fue siempre Eu.
genic) Carr? Aldao. A su sombra se cobijaban los contertulios y
alli, serena o agitadamente, discut?an los temas regionales con
elevaci?n,` de sentimientos, sin que ninguna frase estuviese bas
tardeada por el inter?s personal Catedr?ticos, militares, perio
distas, funcionarios,. poetas ` y propietarios se sent?an hermana
dos por el entra?able amor a Galicia.
Lleg? a tal importancia todo lo relativo a este grupo que se
design? una parte de los trabajos por. ?l acoinetidos "escuela
coru?esa", especialmente los relativos a unificaci?n y enoble
cilniento de nuestra lengua. Much?simos vieron la luz en la
"Revista Gallega", dirigida por Galo Salinas. Piero a?n en este
aspect() es de mencionar con el m?ximo encomio a Eugenio
Carr? Aldao, cuyo desinter?s hizo posible la pervivencia del se
manario durante catorce a?os, porque ejerci? una suerte de me
cenazgo para salvar dificultades en la marcha econ?mica de la
revista que se editaba en su imprenta.
De la calidad de los componentes de la. "Cueva c?ltica" dicen
sus propios nombres; apenas qued? . Iiadie con valor real, lite