16 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
transmitir al futuro su fe en las etimolog?as. Su absoluta segu
ridad de que el estudio de las mismas es susceptible de orde
narse en un cuerpo de leyes: "pues yo s? que se puede reducir
a principios matem?ticos por la constante analog?a de la trans
formaci?n de unas letras en otras" (n.o 109). Este pensamiento
parece aflorar por vez primera con evidencia matem?tica hacia
1758 en otro escrito que se titula Apuntamientos para un Dis
curso Apolog?tico sobre Etimolog?as y M?todo para aplicar los
Elementos Etimol?gicos al Onom?stico de la Lengua Gallega
(10 pliegos). Es decir, entraba esta obra dentro de un plan, am
bicioso plan de estudio total de la lengua gallega, que ?l mismo
expone en esta obra:
"As? toda la obra que tengo prometida se reduce a cuatro
partes: En la primera, que es ?sta, pongo un Discurso Apolo
g?tico sobre el estudio y utilidad de las Etimolog?as. En la se
gunda propondr? tendidos los Elementos Etimol?gicos. En la ter
cera me extender? sobre la Educaci?n de la Juventud Gallega
en su lengua nativa, en la latina, y en los principios para la
castellana, francesa e italiana, y en la necesidad de la Historia
Natural para todas ciencias y artes. En la cuarta pondr? un
Onom?stico Etimol?gico de la Lengua Gallega. Digo onom?stico
y no vocabulario. En ?ste se colocan las voces por el ABC sin
conexi?n alguna. Al contrario se colocan en el onom?stico, uni
das las voces conexas entre s?, y divididas las cosas por clases.
Yo no tengo la precisa abundancia de voces gallegas para for
mar un vocabulario. Pero tengo las bastantes para formar un
onom?stico mediano. Y digo que para entender las voces y las
cosas significadas es mejor un onom?stico, y m?s si le acompa
?an las etimolog?as. En los vocabularios se dan las cosas y las
voces desfalcadas y en jigote.
"Esa cuarta parte ocupar?, queriendo Dios, muchos pliegos
de papel, y los m?s se emplear?n en la Historia Natural y en
especial de Galicia. Sobre todo la Bot?nica es la clase que tratar?
con m?s extensi?n. Despu?s cualquiera podr? coordinar en vo
cabulario todas las voces y noticias que se explicar?n en estas
cuatro partes, pero con concisi?n suma" (Col. Acad. de la His
toria, IV, f. 342 r. y v.).
N?tese c?mo hay una gran semejanza de t?tulo entre la obra
del a?o 1758 y ?sta de 1770. Ambos son Discurso Apolog?tico, el