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y en el que figura por la costa, lleva sus trazos desde Iria a la des
embocadura del Ezaro, correspondiendo as? este trazado al nom
bre que le da el c?dice de Antonino de Per loca maritima.
El libro de Antonino no da cuenta de esta v?a, de la que des
,apareci? su trazado en grandes distancias, especialmente en las
tierras cultivadas, pero v?!nse a?n huellas de ?l por Gol?ns y 01
veira, siguiendo el curso del Ezaro por el S. hasta abandonar la
llanura por los montes de Lapedo. En este troz?, completamente
abandonada, se halla una piedra conocida con el nombre de Ta
llante, que conserva las letras IMP.HAD , que bien pudiera ser
resto de un miliario. Nuestros campesinos, crey?ndola guardadora
de un tesoro, la destruyeron, y lo que queda de la inscripci?n re
sulta indescifrable.
En la comarca de Jallas existi? una fortaleza importante, que
fu? destru?da por la hermandad fusquerilla.
Don Alfonso IX hizo permuta de la tierra de Aveancos (Mellid)
a la Iglesia de Santiago a cambio del castillo de San iurgio (San
Jorge) sobre el monte del Pindo, cuya posesi?n era muy gravosa a
la Iglesia, a causa de las intrigas y miras ambiciosas de muchos
magnates.
En C?cere existe una magn?fica iglesia, ' constru?da en 1633 a
expensas de Fray Garcia de Pardi?as.
La cuenca hidrogr?fica del Jallas se comunica actualmente con
el resto del mundo mediante dos carreteras. Una que, procedente
de Santiago penetra en la comarca por el lugar de Abu?n, salva el
r?o de este nombre y, a trav?s de una campi?a ilena de vegetaci?n
en las tierras lianas y de bosques en los monies., cruza por Santa
Comba, desciende para salvar el Jalias, y desde aqu? vuelve a as
cender, mientras desde ella se percibe a lo.lejos la cortina serranil
que, ?spera, solemne, rocosa y est?ril, separa e1 valle de la costa,
pasa por Santa Sabina, y en los altos de las "Traviesas abandona
esta cuenca y sigue a Camari?as.
La otra carretera procede de C?e, baja bordeando los escarpes
costeros del monte Ezaro, salva el r?o en su misma desembocadura
en el mar, y bordea despu?s el monte del Pindo a trav?s de sus
acantilados; cruza el pueblecito del mismo nombre y contin?a
luego hasta Muros.
Los dem?s caminos son los consabidos de herradura; regulares
o buenos en el valle y terrenos bajos y dif?ciles y ?speros en la
parte monta?osa.
HELIODORO GALLEGO ARMESTO.
(Fotograf?a de Cancelo y dibujo del autor),