62 1 oletin de la Real ykcademia Galtega
con la de una mujer que figura en un fresco de las catacumbas de
Domitila.
En el interior de la pilastra de la izquierda y 80 cent?metros
debajo del arranque de la b?veda, se encontr? otro bajorrelieve de
16 por 20 cent?metros, cuyo asunto ha de excitar la curiosidad de
los amantes de estas cuestiones. Representa dos figuras de hombre,
en actitudes distintas; uno de ellos est? desnudo y el otro aparece
sencillamente vestido. Tr?tase, al parecer, de dos lisiados que se
muestran sus lacer?as : el uno ense?a una pierna y el otro presenta
deforme el ?nico brazo que conserva.
Hici?ronse del asunto diversas hip?tesis que, aunque muy fun
dadas, no pasan de tales. Lo que tenemos es que reconocer que
este trabajo es producto de una mano influ?da por el arte pa
gano. Los ne?fitos de la nueva doctrina no comprendieron el dogma
cristiano sino a trav?s de sus antiguas creencias, llevando esta in
fluencia a las manifestaciones externas de sus ideas. As? vemos en
las decoraciones de las catacumbas expresiones realistas, aun en
hechos tomados del Antiguo Testamento, y el arte verdaderamente
cristiano no aparece hasta siglos m?s tarde, cuando nuevas razas
que no tienen el influjo de la mitologia, sienten e1 dogma con toda
su grandeza.
Muy pronto se dar? comienzo a las obras de desescombro, y
con este nuevo impulso se terminar? la labor que nos hab?amos im
puesto y nuestros trabajos los daremos por bien empleados si po
demos llevar a la realidad un ejemplar de templo cristiano, de los
que, por ahora, s?lo existen en la literatura.
L. MARTI.
Lugo.