BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 307
D?az y sus memorables lecciones sobre tal doctrina dadas en
el Ateneo madrile?o, cuando aun nadie en Espa?a se hab?a
pronunciado. sobre tema tan apasionante. Azor?n glosa con
sumo acierto y ponderaci?n varias afirmaciones y juicios
expuestos entonces por don Nicomedes Pastor D?az. Y para
terminar su documentada apelaci?n al testimonio del, exi
mio vivariense, Azor?n estampa entre sus renglones cierta
profec?a salida de la pluma de Pastor D?az, que nadie ha
querido o ha sabido recoger, no obstante su gran fuerza de
visi?n, su extraordinaria intensidad de penetraci?n a trav?s
de las brumas hist?ricas en que los hechos se envuelven, y
que ella, sin embargo, rasga e ilumina, adelant?ndonos algo
de lo que aun hab?a de tardar a?os en vislumbrarse.
Par?cenos que no es necesario agregar nada m?s para
probar el acierto y la verdad del t?tulo que encabeza estas
l?neas. La amistad del maestro Azor?n a Galicia refl?jase a
trav?s de toda su obra, y de ella se han ocupado aquellos
escritores de nuestra tierra ?bien" pocos? que han sabido
librarse del prejuicio inveterado, poniendo en los puntos de
su pluma independencia, sentimiento y elevada y libre vi
si?n. Nosotros, por consiguiente, no pretendemos haber des
cubierto con lo que antecede nada que no 'estuviese ya sabido.
Unicamente nos interesaba hacer constar ?admiradores y
seguidores que somos de la obra de Nicomedes Pastor 'D?az?
c?mo el maestro de las letras castellanas, Azor?n, es un cono
cedor perfecto, un admirador entusiasta y un panegirista fer
voroso de la figura y la obra del malogrado ingenio gallego
que en Vivero tuvo su cuna. Y esto creemos haberlo lo
grado plenamente.
RAM?N VILLAR PONTE
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